En 2017 fallecieron 53 trabajadores en accidente laboral, 8 de ellos transportistas. En 2018, ya son 12 las personas fallecidas en accidente laboral en Hego Euskal Herria, 6 de ellas chóferes o transportistas. Teniendo en cuenta todas estas cifras y entendiendo que es indispensable la socialización de esta lacra, los miembros de la mayoría sindical nos concentraremos el próximo viernes 2 de marzo, en Bilbo, frente a la delegación del Gobierno Vasco, a las 11:00. La movilización y la lucha son elementos primordiales antes y cuando ocurren accidentes, por lo que ELA, LAB, ESK, STEILAS, EHNE e HIRU seguiremos denunciando cada accidente de trabajo y apoyando a la familia y allegados y allegadas de las y los trabajadores fallecidos.
En primer lugar queremos mostrar nuestra solidaridad con la familia y amigos del transportista fallecido el pasado viernes en accidente laboral en Elorrio. Por otra parte, la mayoría sindical vasca denuncia que tal y como sucede en otros sectores, las condiciones laborales de los y las transportistas son cada vez más precarias. Cabe destacar que muchos de los transportistas son autónomos, pero que una parte del sector también la componen los chóferes. La dejadez con la que la Administración ha tratado al sector durante los últimos años ha hecho que las condiciones laborales tanto de transportistas como de chóferes no hayan mejorado. Es indispensable que la situación de ambos prospere, subiendo el precio de los portes, mejorando los horarios laborales, tomando medidas, como por ejemplo, las que están entrando en vigor en los diferentes países europeos. Es indiscutible que mejorando las condiciones laborales de unos, mejorarán las condiciones de todos.
Las administraciones disfrazan las precarias condiciones de trabajo en las que está sumergido el sector. Hay que subrayar también que los accidentes laborales que sufren los profesionales transportistas son la consecuencia directa de la más absoluta desregulación del sector, y de la falta total de derechos de los y las transportistas, que para conservar su trabajo se ven obligados a hacer frente a las prisas y a las presiones de las empresas cargadoras, a horarios apretados, cargas con exceso de peso, precios bajos por los servicios, largas jornadas de trabajo, exigencia al transportista de la descarga del porte, imposibilidad de descansar con dignidad… Éstas son algunas de las situaciones que di cultan y obstaculizan un ejercicio digno y seguro de la actividad del transporte, y que además ponen en peligro, muchas veces, la vida de los/as profesionales. Éstas son, a su vez, las situaciones a las que las administraciones pre eren hacer oídos sordos, ya que su único afán es conseguir un transporte barato, a costa de cualquier cosa.
Los accidentes laborales que sufren los/as transportistas no se contabilizan muchas veces en las estadísticas o ciales: se ocultan como accidentes de trá co. En otras ocasiones, y no sólo en el transporte, las adminis- traciones tienden a no tomar en consideración las “muertes naturales” como accidentes laborales, olvidando por completo los efectos que, por ejemplo, el estrés laboral puede acarrear.