El trato que las y los empleados de la sección vienen recibiendo desde hace tiempo por parte de la persona responsable ha generado un clima de trabajo inaguantable. Eso ha convertido el lugar de trabajo en un caldo de cultivo para normalizar la violencia laboral.
Durante los meses pasados, trabajadores y trabajadoras de un servicio concreto del departamento de Educación han transmitido a LAB una información que nos parece especialmente grave. Confiando en el sistema preventivo, animamos a ese personal a participar en la Evaluación de Riesgos Psicosociales realizada por la Sección de Prevención. Pero tras conocer los resultados, nos vemos en la necesidad de denunciar la situación que aún a día de hoy se sigue viviendo.
Desde LAB queremos manifestar nuestra preocupación y profundo malestar ante las formas en que el responsable del Servicio de Plurilingüismo y Enseñanzas Artísticas lleva a cabo su gestión diariamente: faltas de respeto, arbitrariedad y reproches públicos que afectan al ánimo, a la salud y al desempeño de las tareas de su personal.
Esta persona viene desarrollando una pésima organización del trabajo, dejando a algunos y algunas profesionales sin carga, imponiendo prohibiciones que imposibilitan cumplir con los compromisos adquiridos con terceras personas de entornos educativos, e incluso introduciendo cambios de localización del puesto de trabajo sin dar explicación alguna.
La comunicación ha sido y es absolutamente autoritaria, y no da lugar a recoger aportaciones, opiniones, criterios diferentes o propuestas del equipo. Tampoco el trato recibido por los trabajadores y trabajadoras propicia unas buenas relaciones interpersonales, ya que coarta el apoyo social entre iguales y genera discriminación en el uso de espacios o elementos comunitarios.
Todo ello no hace sino recrudecer el clima laboral, y por lo tanto, también la calidad del servicio. El desprecio por el euskera manifestado por la Dirección desde hace ya tiempo ha conllevado la desaparición de los puestos técnicos, y ahora, a eso hay que sumarle el desplazamiento fuera de la sección propia de la única plaza técnica que quedaba. Los centros educativos del modelo D gozaban hasta el momento de un buen asesoramiento y apoyo gracias al gran bagaje profesional del personal de la Sección de Euskera, pero con los últimos acontecimientos, en la actualidad quedan totalmente desamparados.
Desde LAB exijimos al departamento de Educación que adopte con carácter de urgencia las medidas necesarias para paralizar y desterrar cualquier comportamiento como los descritos. Sólo el compromiso con unas relaciones humanas sanas, un buen ambiente de trabajo y un trato respetuoso que favorezca la participación del personal y que reconozca el esfuerzo realizado es garantía de un lugar de trabajo seguro y atractivo.