Una vez más se intenta castigar y criminalizar la solidaridad obrera que surgió durante la huelga de Tubacex. No es la primera, ni la segunda vez que se intenta castigar esta solidaridad, ya que tanto durante la huelga como después han sido múltiples las multas, amenazadas, acusaciones y diversas actuaciones desproporcionadas que han tenido que sufrir tanto los trabajadores y trabajadoras de Tubacex como todo aquel que quiso solidarizarse con ellos.
Esta vez es la fiscalía la que actuá y pide penas de carcel de más de 4 años a tres jóvenes solidarios de Aiaraldea, por los hechos sucedidos el 25 de marzo en el piquete de Tubacex en Amurrio. Les acusa de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad, añadiendo además que actuaron coordinadamente ayudados por los cientos de personas que estaban allí aquel día.
Hay que recordar, como denunciamos en su día, que aquel 25 de marzo la Ertzaintza fue la que tuvo una actuación totalmente desproporcionada golpeando y cargando varias veces, incluso disparando foam a la altura de cabeza.
Las denuncias y las acusaciones hacia estos tres jóvenes no se ajustan a la realidad y no obedecen a unos hechos concretos, sino que están enmarcados dentro de una estrategia de persecución a la lucha obrera y la solidaridad.
Como hemos visto en anteriores ocasiones, y como ya se ha venido denunciado, todas estas actuaciones desde diferentes poderes y estamentos están enmarcados dentro de una estrategia de criminalización de toda lucha obrera y solidaridad de clase, los hemos visto en la huelga y la lucha de Tubacex como en otros conflictos que se han vivido en los últimos tiempos en Euskal Herria.
Por todo esto, pedimos y exigimos que se cese en las acusaciones e imputaciones hacia estos 3 jóvenes, como hacia los trabajadores/as o cualquier persona solidaria que acudió a los piquetes o manifestaciones de Tubacex. También pedimos la absolución de estas 3 personas como la de todas las personas denunciadas y encausadas derivadas de la huelga y conflicto laboral de Tubacex.