El sindicato LAB ha denunciado la actitud irresponsable de la dirección de Osakidetza ante la difícil situación de alerta sanitaria, ya que, en primer lugar, todavía no ha realizado los tests a sus trabajadores y trabajadoras, un sector de alto riesgo. Es una doble irresponsabilidad, por un lado, porque no protegen la salud de la plantilla de Osakidetza y, por otro, porque el personal de Osakidetza podemos estar contagiando a las personas usuarias. Esto es muy serio y grave y el reciente auto del TSJPV obliga a Osakidetza a hacer las pruebas a todos y todas las trabajadoras, sin esperar más.
Detrás de las manifestaciones propagandísticas en los medios de comunicación tenemos una realidad muy diferente en el día a día de Osakidetza. Caos, desinformación, falta de transparencia, inseguridad, miedo, ansiedad. A día de hoy, ni el personal ni los sindicatos hemos recibido información alguna sobre los test que se le han hecho a la plantilla, y el caos es que no sabemos cuándo, dónde, cómo y qué tipo de test se van a realizar. En algunos hospitales de Bizkaia se ha empezado a realizar un tipo de test; en otros sitios se está utilizando otro tipo de test y en otros muchos no se está realizando. LAB ha preguntado dónde está la planificación de todo esto y en los Servicios Centrales de Osakidetza dicen que no lo saben. Inaceptable. Más que aplausos, queremos tests y equipos de protección. No queremos ser héroes ni heroínas, sino empleadas y empleados públicos que trabajan con seguridad.
Acusamos a las Direcciones de Osakidetza de vulnerar reiteradamente el derecho de las y los trabajadores y sus representantes a recibir información. En la grave situación en la que nos encontramos, es aún más importante tener una información transparente y actualizada y, desgraciadamente, la falta de transparencia y la improvisación son la nota general. La información sobre las actividades que va a realizar y realiza Osakidetza la recibimos más por la prensa que de mano de la propia Osakidetza.
Queremos denunciar que las Direcciones Osakidetza han dejado clara su falta de liderazgo cuando era más necesario que nunca. Los trabajadores y trabajadoras y los sindicatos no confiamos en Osakidetza, y eso es grave. Esta falta de confianza aumenta el miedo, la ansiedad de la plantilla, porque no sabemos cuándo estamos trabajando con seguridad. Parece que Osakidetza toma decisiones de forma improvisada, desoyendo las demandas de los sindicatos. Sólo cuando un tema salta a la prensa se toman medidas. El caso más llamativo lo hemos visto recientemente: la reincorporación de personal infectado de Osakidetza sólo después de una prueba negativa se ha establecido sólo después de la denuncia de una médico en los medios de comunicación. Además, la dirección de Osakidetza actúa de forma perversa, porque argumentan que tienen que cumplir lo que viene de Madrid, pero cuando quieren, sacan sus propios protocolos y normas, generales o en cada una de las OSIs.
Queremos denunciar que la dirección de Osakidetza ha aprovechado esta situación para conseguir mano de obra barata, poniendo a trabajar a estudiantes y personal médico MIR en primera línea, pero a precio de becario, como si estuvieran en prácticas. Esto también ha tenido que ser modificado por las críticas y presiones recibidas.
Queremos responsabilizar a las direcciones de Osakidetza del descontrol de los EPI y de lo que esto ha supuesto en la salud física y mental de los trabajadores y por los contagios que ha provocado en las personas usuarias. Sin criterios comunes, cada OSI ha actuado a su manera: sin material suficiente o adecuado en todos los lugares. Sin ir más lejos, ahí tenemos la partida de mascarillas defectuosas repartidas, poniendo de nuevo en peligro nuestra salud y la de las personas que se acercan a nuestros centros sanitarios.
Queremos denunciar el funcionamiento de un servicio fundamental: los servicios de Salud Laboral. Estos servicios han sido insuficientes en la mayoría de las OSIs, con falta de personal y sin autonomía, más preocupados por llevar adelante los criterios y protocolos marcados por Osakidetza para justificar el caos diario y la falta de responsabilidad que por proteger la salud de los y las trabajadoras.
Por último, no podemos olvidar la falta de información y comunicación recibida por parte de las direcciones de Osakidetza. Se han adoptado medidas que cuestionan las condiciones laborales, los derechos y la propia salud del personal, sin dar ninguna información a la representación sindical, sin responder a nuestras preguntas, por ejemplo, sobre cómo se van a llevar a cabo las medidas de conciliación más allá de la propaganda. No hemos recibido ni una palabra sobre la gestión de la sanidad privada, ni sobre las intervenciones que se están llevando a cabo en las residencias, y aunque es triste y preocupante, hemos recibido más información de los medios de comunicación que de la propia dirección de Osakidetza.
Por todo ello, LAB exige a las direcciones de Osakidetza un cambio de actitud. Queremos tests adecuados y equipos de protección suficientes para toda la plantilla. Queremos información transparente y rápida y comunicación. Queremos responsabilidad y empatía con todo el personal. Queremos que se valore el respeto y el trabajo. Esos son los aplausos que queremos escuchar desde las Direcciones de Osakidetza. LAB seguirá luchando por estos derechos, como hasta ahora, en los centros de trabajo, en los juzgados y donde sea necesario. No nos callaremos.