La Dirección ha recurrido a un ERE de extinción por causas de fuerza mayor para despedir a 13 de las 19 personas que componen la plantilla, dándose la circunstancia de que a otras 3 de las excluidas se les acaba el contrato próximamente. Por lo tanto, en los próximos meses solo se quedarían 3 trabajadores. A pesar de que la empresa alega “causa mayor” para tomar esta medida, queremos poner de manifiesto dos cuestiones:
– Entre la plantilla ya se conocía la intención, anterior al incendio, de cesar la actividad en la nave de corte y reciclaje de envases.
– El incendio se produjo, en nuestra opinión, por la negligencia de la empresa en materia de seguridad. No se produjo por un cortocircuito sino por la mezcla de varios productos químicos en la línea de corte, que reaccionaron y prendieron, extendiéndose rápidamente el incendio por toda la nave.
Es en este punto en el que tenemos que denunciar que la empresa no había dado ningún tipo de formación a los trabajadores y trabajadoras sobre los riesgos de manipular estos productos químicos. Tampoco había tomado ninguna medida para que no se produjeran estas mezclas ni para evitar que quedaran restos de productos químicos desconocidos en los envases, etc.
Además, queremos poner de relieve que desde la implantación de esta empresa han sido numerosos los problemas que ha tenido con la seguridad. Han sido repetidas las ocasiones en que se han producido accidentes e incidentes de diversa gravedad (incendios, escapes de gas…), que habían sido ocultados por la Dirección. Trabajadores y trabajadoras habían solicitado que se tomaran medidas ante el peligro de que pudiera ocurrir un accidente de mayor intensidad, como finalmente ha sucedido. En este sentido, LAB cree que el elemento común a estos sucesos es la negligencia de la empresa y su falta de una política de prevención de riesgos, unida a la nula formación que se da a la plantilla.
Por todo ello, LAB niega que este incendio haya sido “un evento de naturaleza imprevisible e inevitable”, tal y como define la fuerza mayor. Al contrario, ha sido algo previsible y que la empresa no ha puesto interés en evitar.
Ante estos sucesos, LAB defiende que se asegure el mantenimiento de los puestos de trabajo y la continuación de la actividad en unas condiciones seguras para la plantilla y el entorno. No podemos aceptar que se pueda aprovechar este incendio para recortar la plantilla, haciéndole víctima laboral de un incendio que, de forma macabra, ha facilitado las intenciones de la Dirección de cesar la actividad en la nave destruida.
En nuestra opinión, las instituciones, principalmente el Gobierno Vasco y su Delegación de Trabajo, tienen que velar por que se mantenga el empleo, más estando en una comarca fuertemente castigada por la crisis. LAB insta a la Delegación de Trabajo del Gobierno Vasco a que no permita la utilización macabra que hace la empresa para destruir puestos de trabajo y que elabore un informe minucioso sobre el incendio para que se aclaren sus causas, las circunstancias que lo rodean, la política de seguridad de la empresa; y en función de todo ello, que tome las medidas oportunas y no avale el despido masivo de la plantilla.