Últimamente estamos viendo este tipo de imágenes en Catalunya, pero en Euskal Herria no son ninguna novedad y la sociedad tiene cada vez más claro que el Estado Español no es un estado democrático.
La Unión Europea es un total fracaso, la crisis política de los y las refugiadas es una muestra de ello. Dejan que las personas mueran en aguas del mar, no ofrecen ningún tipo de solución a quienes que llegan a nuestros puertos después de verse obligadas a huir de sus países intentado salvar sus vidas, y en el peor de los casos, son expulsadas a sus países de origen.
Pero la Unión Europea no se queda ahí y va más allá, valiéndose de todos los medios que tiene a su alcance, difunde entre la población su discurso del odio: que vienen a quitarnos el empleo, que son unos maleantes… Pero es justo lo contrario, no son más que víctimas del actual sistema y no les ha quedado más opción que la de huir. Son como nosotros y nosotras, pertenecen a la clase trabajadora ¿por lo tanto, cómo van a tener la culpa de la precarización de nuestras vidas si son precisamente quienes viven una situación aún más extrema?
Los trabajadores y trabajadoras queremos recibir a las personas refugiadas con los brazos abiertos en nuestras casas y centros de trabajo, y exigimos a las diferentes administraciones que lo hagan posible. Queremos que puedan vivir entre nosotras y que, cuanto antes, se establezca en sus países unas condiciones dignas que les permita regresar a sus hogares de origen.