En opinión de LAB, la Oferta de Empleo Público para Osasunbidea es escasa porque debido al pacto alcanzado en Madrid por PP, CCOO, UGT y CSIF todas las plazas destinadas para esta oferta de estabilización debían llevar 3 años ocupadas ininterrumpidamente con fecha anterior a 31 de diciembre de 2016. Ello supuso no tener en cuenta las circunstancias de movilidad interna de Osasunbidea, y es que muchas de esas vacantes, durante esos 3 años fueron objeto de acoplamiento o traslado y dejaron de cumplir ese requisito. Se ocuparon generando vacante “nueva” que ya no cumplía los requisitos pactados en Madrid e impuestos en Navarra.
Además de dar ya por perdidas para siempre las plazas vacantes generadas con anterioridad a 2014. Esta es una de las consecuencias de la “intervención” del gobierno de España sobre nuestra comunidad, con el beneplácito de los sindicatos españoles que buscan beneficiarse del proceso de recentralización impulsada por la derecha española. Y esa “gracia española” nos ha supuesto en Osasunbidea la pérdida de 499 plazas perdidas por ser vacantes existentes antes ya del 2014, a las que hemos de sumar las que a consecuencia de procedimientos traslado/acoplamiento no han sido incluidas entre 2014-2016.
Por otra parte, el sindicato LAB piensa que la OPE es desequilibrada porque vuelve a centrarse en plazas de nivel A y B en detrimento de las categorías de nivel C, D y E. Las primeras categorías han tenido procesos selectivos con más frecuencia y mayor número de plazas que las que se ofertan ahora para las segundas. Junto a ello queda claro que no se ha tenido en cuenta el criterio de temporalidad que en los niveles C, D y E supera con mucho el 50 % de la plantilla.
Todo el personal “no sanitario” de Osasunbidea ha quedado absorbido en la OPE general del Gobierno de Navarra con lo que sus necesidades de reposición quedan a todas luces sin ser atendidas.
En la mesa de negociación plantearemos la revisión de toda la oferta en el sentido de lo expuesto en estas líneas. LAB cree que no pueden ser criterios cortoplacistas y mediáticos los que definan una OPE, sino criterios de equidad y corrección de la precariedad laboral.