El convenio de limpieza de edificios y locales de Gipuzkoa cuenta con 5.000 trabajadoras, de las cuales el 80% son mujeres, mujeres con contratos parciales. «Nosotras lo tenemos claro, la pandemia de la limpieza es la precariedad. La precariedad que una vez más tiene cara de mujer», hemos señalado los sindicatos LAB, ELA, CCOO y UGT en la comparecencia para anunciar las jornadas de huelga.
Comunicado conjunto de los sindicatos:
El convenio de limpieza de edificios y locales de Gipuzkoa cuenta con 5.000 trabajadoras. 5.000 trabajadoras de las cuales el 80% son mujeres, mujeres con contratos parciales. Nosotras lo tenemos claro, la pandemia de la limpieza es la precariedad. La precariedad que una vez más tiene cara de mujer.
Estas 5.000 trabajadoras durante la pandemia han estado las limpiando las fabricas, las residencias, las clÍnicas de salud privadas, los supermercados, el transporte público.. han estado trabajando para que la sociedad pudiera sobrevivir de la forma más segura a esta pandemia.
Como bien sabéis, la actividad de la limpieza no se ha paralizado durante la pandemia, si no que, se ha reforzado. ¿A qué se debe esto? A que los dirigentes nos han declarado esenciales, esenciales para que la sociedad y la economía pudieran seguir el curso de su actividad de forma segura.
¿Pero, cómo es posible que un servicio esencial tenga un brecha salarial del 28%?, ¿que los hombres de la limpieza viaria cobren 5.000 euros más que nosotras? Este es el nivel de coherencia del actual sistema.
Nuestra pandemia no se reduce al COVID-19, nuestra principal pandemia, para la cual no hay mayor vacuna que la lucha se llama precariedad. Una precariedad con cara de mujer impulsada por los estamentos machistas y capitalistas de un sistema depredador, que tras cobrarse vidas durante la pandemia (mediante el adelgazamiento de los servicios públicos), no tiene suficiente y ahora, carga contra las condiciones de vida de la clase trabajadora y ,en particular, contra las condiciones de las trabajadoras de la limpieza.
Pero ese sistema no es un ente abstracto, tiene agentes de carne y hueso, que no son otros que los que detentan el poder público y económico y que actúan en connivencia para proteger sus privilegios. Políticos y empresas que apuestan por una subcontratación basada en la explotación. Los mismos que hacen campañas publicitarias diciendo que hay que acabar con la Brecha Salarial, o el 8 de marzo salen diciendo que hay que acabar con la desigualdad, son los que fomentan y permiten que exista esta misma Brecha Salarial.
Como hemos mencionado la limpieza no ha detenido su actividad durante la época de confinamiento, nosotras, con nuestros miedos e inseguridades hemos asistido a nuestros puestos de trabajo. Hemos asistido a nuestros puestos de trabajo sin EPIs, sin ningún tipo de protección. Hemos estado limpiando fabricas, residencias, supermercados abarrotados sin mascarillas… pero nosotras hemos asistido a nuestros puestos de trabajo.
¿Y qué dice la patronal ante todo esto?
La patronal sigue sin reconocer la brecha salarial, resta valor a la limpieza feminizada. Pero no solo eso, apelando a que no ha habido tantas ganancias como otros años, nos han realizado un plantemieno de 0% de subida para el año 2020.
Un 0% cuando la actividad del sector no se ha paralizado? ¿Cuando somos un sector esencial para esta sociedad? ¿Cuando tenemos una brecha salarial del 28%? ¿Cuando ya para el 2019 nos daba 0% por el mero hecho de que había transcurrido un año sin alcanzar un acuerdo?
Pero esto no es todo, la patronal apela a la parte social a realizar propuestas económicas que acerquen posturas. ¿Hacer un planteamiento del 0% es acercar posturas para la patronal? Esto es inadmisible, un claro abuso de poder.
No solo eso, al preguntar por los beneficios del año 2020 la patronal apela a que ha sido una época muy dura y que han tenido que invertir mucho dinero en EPIs. ¿De verdad tienen la osadía de decirnos eso? ¿A dónde han destinado los EPIs? ¿A las oficinas de la patronal? Porque las trabajadoras,en muchas ocasiones ,han tenido que reclamar estas EPIS a través de la inspección de trabajo, porque se entregan mascarillas con una utilidad de 200 lavados. A día de hoy, son las propias trabajadoras quienes, la mayoría de las veces, tienen que comprar las mascarillas, porque las empresas no suministran las suficientes. ¿De verdad se atreve la patronal a achacar al gasto en los EPIs para no realizar subida salarial?
Esta actitud nos parece provocadora e inaceptable. Estamos hartas. Hartas de que se nos desprecie, de que se nos ignore. Somos una de las trincheras que ha sostenido esta sociedad en estos tiempos tan duros. No queremos aplausos, queremos condiciones laborales dignas, queremos ir seguras a nuestros puestos de trabajo, ¡queremos ser respetadas y queremos acabar con la brecha salarial!
Sin embargo somos conscientes de que no nos dejan más opción que pelear, pelear para conseguir la mejora de nuestras condiciones laborales y el fin de la precarización del sector. Es momento de tomar las calles para demostrar una vez más que nuestras condiciones laborales no van ligados a los beneficios empresariales. Somos un sector esencial y por ello nos merecemos unas condiciones laborales dignas!
Por todo ello, el día 21 y 22 de enero realizaremos dos jornadas de huelga. Dos jornadas de huelga para exigir a la patronal que es momento de pasar de las palabras a los hechos, que es el momento de acabar con la brecha salarial y retomar esta negociación con la seriedad que nos merecemos!