Con el comienzo del nuevo curso, se han concentrado hoy en Bilbo y Donostia, tal y como lo hicieron ayer en Gasteiz. Después de casi cinco años de negociación del Convenio Colectivo de Limpieza de la UPV y de Centros Educativos de la CAV, la situación sigue bloqueada.
Este es el comunicado emitido por los sindicatos LAB, ELA, UGT, CCOO eta ESK:
Entre los y las trabajadoras que prestan servicio para el Gobierno Vasco existe una diferencia salarial con la que desde Lakua se sienten cómodos. Es la brecha existente entre las trabajadoras públicas y las subcontratadas, y que en el caso del personal de limpieza asciende a más de 2.200 euros.
En el año 2000 tras una ejemplar lucha encabezada por el personal de limpieza subcontrado para los centros dependientes de Educación y UPV/EHU, se consiguió lo que se venía mucho tiempo reivindicando: la equiparación salarial al personal propio de limpieza del Gobierno Vasco.
Sin embargo, esta equiparación nunca llegó a materializarse, puesto que existía un complemento por valor de 2.200 euros llamado complemento de jornada partida que se exceptuó de la retribución anual.
Este complemento lleva varios años desnaturalizado y a día de hoy, lo percibe todo el personal público, indistintamente del tipo de jornada que realicen. Este extremo se ha venido negando mucho tiempo, tanto desde la banca empresarial como por parte del cliente, que ofrecía respuestas ambiguas a nuestras cuestiones sobre el abono del plus.
Pero la sorpresa ha sido que, cuando finalmente hemos sido capaces de acreditar que efectivamente sí estamos ante un supuesto de equiparació,n ese plus también debería abonarse, empresas y clientes han optado por decir que tal vez sí, pero que prefieren no hacerlo.
Así, después de casi cinco años de negociación del Convenio Colectivo de Limpieza de Centros Educativos y UPV de Euskadi, la situación sigue bloqueada, llegando la plantilla a una situación cercana al colapso.
Han sido múltiples las movilizaciones que se han venido realizando durante todos estos meses. Muchas las adecuaciones de las reivindicaciones con el objetivo de favorecer el acuerdo. Incluso se llegaron a secundar cinco días consecutivos de huelga. Pero por la parte empresarial no se han producido avances. En las últimas reuniones, el escenario es de absoluta perplejidad. Y es que la parte empresarial comunica ya sin pelos en la lengua que el bloqueo viene dado por el cliente. Es decir, es el propio Gobierno Vasco quién no quiere asumir el incremento salarial que venimos reivindicando; quien se encuentra cómodo ante un escenario de subcontratación y precarización de una plantilla que, en muchos casos, lleva más de 25 años trabajando para ellos.
Llegados a este punto de hartazgo total, hemos decidido volver a activar movilizaciones, que irán aumentando en número e intensidad hasta la firma del Convenio. En defensa de unas condiciones de trabajo dignas, acabemos con los 2.200 euros de diferencia salarial.
Educación/UPV-EHU, ¡paga lo que nos corresponde!