El Gobierno Vasco de PNV y PSE pretende volver a castigar a las personas más desfavorecidas de la sociedad vasca, las mujeres, y todavía más si son pensionistas, lo que es totalmente inadmisible.
Recordar que de las 15.817 personas pensionistas de la CAPV que tienen que solicitar la RGI, por la miseria de sus pensiones, el 67,88% (10.737) son mujeres que perciben una pensión tan baja que no llegan al mínimo establecido por la RGI. Todo eso sin tener en cuenta al gran colectivo de mujeres que no entran en esas estadísticas, todas aquellas que pese a estar trabajando en el cuidado de las familias durante muchos años no cotizaron y no han tenido acceso a pensión. Recordar también que de las 63.797 personas que perciben RGI la mayoría de ellas, 35.951, son mujeres.
En Gobierno Vasco y los partidos que lo sustentan saben muy bien que su propuesta de no subir la RGI lo mismo que ha subido el SMI, como así esta recogido en la Ley, supone un castigo añadido a las personas más vulnerables de esta sociedad pero parece no importarles. Tampoco queremos pasar por alto el anterior recorte en la RGI, el 7% que hizo Patxi Lopez cuando fue lehendakari de la CAV, lo que viene a sumar a los recortes que las personas más necesitadas vienen padeciendo de un gobierno y unos partidos más interesados en defender a los ricos, los grandes proyectos que a las personas con dificultades para poder llegar a fin de mes y vivir con dignidad.
Las mujeres, más si somos pensionistas y pobres no les importamos y eso pese a sus discursos “cara a la galería, pues en el día a día comprobamos que la realidad es otra, sus actos demuestran lo contrario y no les importamos.
Desde LAB Área de Pensionistas hacemos un llamamiento a la sociedad vasca, en especial al colectivo de mujeres, a movilizarse para impedir este nuevo ataque del Gobierno Vasco. Exigimos que se deje sin efecto el recorte de la época Patxi Lopez y se actualice también la RGI con la misma subida que ha tenido el SMI, el 8%. No vamos a permitir que políticas neoliberales y anti-sociales sigan castigando a las personas más necesitadas, y especialmente a las mujeres. Una vez más la movilización colectiva, el salir a la calle a reivindicar esos derechos, son el único camino para conseguirlo.