Tras dos años y medio de lucha, 32 mesas de negociación y 8 jornadas de huelga, así como numerosas asambleas, movilizaciones e iniciativas, el sector consigue el convenio que se merece, demostrando que merece la pena luchar.
Desde LAB felicitamos a las trabajadoras del sector por el trabajo colectivo realizado y subrayamos que las trabajadoras de intervención social son trabajadoras públicas, ya que prestan un servicio público. Este convenio, además de suponer mejoras sustanciales en materia de condiciones de trabajo, supone un avance en el reconocimiento del sector, que hasta ahora ha sido constantemente invisibilizado. Y es que, además de ser un sector feminizado, trabajan con personas a las que la sociedad excluye de todos los centros de decisión. En consecuencia, han sufrido el abandono de las administraciones públicas: cada vez menos subvenciones, convenios que plantean exigencias y condiciones desproporcionadas, excesiva burocratización…
Hoy, sin embargo, podemos hablar de los frutos. Las principales mejoras recogidas en el preacuerdo son las siguientes:
- Vigencia: 2022-2025
- Subida salarial fija del %24 en total hasta 2026, que supera la garantía del IPC.
- Cláusulas antirreforma que recogen, entre otras cuestiones, mejoras en cuanto a subrogación, refuerzo de la ultraactividad y prioridad aplicativa del convenio colectivo frente a convenios estatales.
- Mejoras relativas a riesgos psicosociales: Entre otras medidas, se realizarán evaluaciones de riesgos cada cuatro años, se incluirán en los exámenes médicos la evaluación de riesgos psicosociales y de burn out y se establecerá la pareja educativa como unidad estándar en determinados servicios.
- Jornada laboral anual de 1564 horas (se reduce en 13 horas)
- Complementos por Incapacidad Temporal: A partir del 1 de enero de 2025 se abonará un complemento del 100% por contingencias comunes.
- Sustituciones deesde el primer día para garantizar los ratios de personal acordados con las administraciones.
- Reducir en 7 horas la jornada anual máxima de las trabajadoras de más de 60 años.
- Obligación de negociar los planes de igualdad.
- Mejoras en las condiciones de las excedencias.
Por todo ello, desde LAB subrayamos que la firma de este convenio es un paso histórico, como también lo es el hecho de que entre todos y todas hayamos podido activar un sector que merece estar en el centro.