El 22 de febrero, LAB y ELA nos reunimos con Confebask, CCOO y UGT. LAB y ELA planteamos una petición muy sencilla: asumir el compromiso de que se abrirán negociaciones para establecer Planes de Euskara en los centros de trabajo donde la representación de las trabajadoras y trabajadores o empresas lo soliciten. Confebask rechazó negociar esta posibilidad.
Hace un año, LAB, ELA y Kontseilua emprendimos una dinámica para euskaldunizar el mundo del trabajo. Solo un 1% de las empresas cuenta con un plan para normalizar el uso del euskara, y la presencia de esta lengua en los centros de trabajo es mucho menor que en la calle, porque la correlación de fuerzas en las empresas fuerza a las personas euskaldunes a trabajar en castellano; es urgente que se produzca un cambio.
Ante esta realidad, LAB, ELA y Kontseilua hemos hecho un intento de pasar la euskaldunización del mundo del trabajo a una nueva fase. El punto de partida de este intento ha sido dar una oportunidad al acuerdo; para ello los tres agentes renunciamos a nuestras propias reivindicaciones en esta iniciativa, con ánimo de encontrar un punto de encuentro cómodo para la patronal y los demás sindicatos. En opinión de LAB, ELA y Kontseilua un punto de acuerdo mínimo debería ser que, allá donde la representación laboral o empresarial lo solicite, se abra una negociación sobre la materia; sin obligación de poner en marcha un plan, pero con ánimo de llegar a un acuerdo.
A pesar de que esta petición es muy básica, protocolizar la euskaldunización y abrir negociaciones en torno a ello constituye un punto de partida importante, y las organizaciones impulsoras de la iniciativa hemos dado valor a esa cuestión. CCOO y UGT tenían demandas propias en torno a esta iniciativa, y se mostraron dispuestas a abrir la negociación. Por el contrario, Confebask rechazó esta posibilidad.
LAB, ELA y Kontseilua consideramos sorprendente y preocupante la actitud de la patronal. Es preocupante que se tome la petición de negociación como una imposición, y sorprendente que se vea la negociación de Planes de Euskara como problema, sabiendo que no se impone ninguna obligación de acuerdo. La negociación de Planes de Euskara exige un diagnóstico y acordar medidas de mejora en función de la situación de cada ámbito. Es esto lo que Confebask ve como un problema, lo que es algo muy grave. Con esta actitud será imposible que las personas que quieren trabajar en euskara puedan hacerlo alguna vez.
LAB, ELA y Kontseilua no damos por zanjada la iniciativa; tras la negativa de Confebask, reflexionaremos sobre la situación y decidiremos cómo darle continuidad.