En el marco de los preparativos de cara a la huelga feminista del 8 de marzo, sindicalistas de LAB de diferentes empresas y sectores nos hemos reunido hoy en Iruñea. Las participantes hemos reflexionado sobre la aportación que las sindicalistas podemos hacer de cara a la huelga feminista.
Por una parte, hemos valorado la necesidad de insistir en visualizar la discriminación estructural que sufren las mujeres trabajadoras. En el caso de Navarra, esta discriminación se produce en todos los sectores, como muestran los siguientes ejemplos:
1. La mayoría de las empresas industriales, donde los sueldos son más elevados y las condiciones laborales son mejores, siguen vetando la entrada de mujeres. En Volkswagen, Empresa, UGT y CCOO han establecido un sistema de contratación que discrimina tanto por afiliación sindical como por sexo: sólo un 14% de la plantilla son mujeres.
2. En servicios privados, los trabajadores (generalmente hombres) que trabajan en Limpieza Viaria cobran 8.000 euros anuales más que las trabajadoras (generalmente mujeres) que trabajan en Limpieza de Edificios. En este último caso, además, las mujeres se sitúan en la categoría de peón, mientras que todos los peones especialistas (cristaleros y demás) son hombres.
3. En la administración foral, pese a que en teoría dispone de criterios de acceso igualitarios, se produce una brecha salarial del 8% como consecuencia de el mayor número de hombres en las jefaturas y especialmente de la mayor aportación a los cuidados que hacen las mujeres, que recurren en mayor medida a reducciones de jornada y otros mecanismos.
Por otra parte, las sindicalistas de LAB hemos bajarado diferentes ideas para trabajar la huelga feminista en los centros de trabajo a partir de enero, cuando se concretará el diseño de dicha huelga por parte del movimiento feminista.