Según los datos difundidos esta mañana por el Ministerio de Empleo, el paro registrado en Hego Euskal Herria disminuyó en 3.211 personas durante el mes de noviembre, situando la cifra de paro en 225.978 personas desempleadas.
Según los datos difundidos esta mañana por el Ministerio de Empleo, el paro registrado en Hego Euskal Herria disminuyó en 3.211 personas durante el mes de noviembre, situando la cifra de paro en 225.978 personas desempleadas.
Este paradójico comportamiento se explica fundamentalmente por dos razones: porque ha aumentado el número de demandantes ocupados que buscan un empleo mejor; y sobre todo, por el incremento de demandantes con “disponibilidad limitada” para incorporarse de forma inmediata al trabajo (también incluye solicitantes de empleo para el extranjero, empleo sólo a domicilio, etc). Ambos colectivos están excluidos de las cifras de paro registrado.
Curiosamente, el número de personas clasificadas como demandantes “con disponibilidad limitada” aumentó en 3.855 personas el último mes. Este incremento es bastante inusual por su magnitud, ya que representa un 25,4% más en tan sólo un mes. Por tanto, no se puede descartar que la reducción del paro registrado en noviembre se deba en realidad a una mera reclasificación estadística de las personas demandantes de empleo.
En cualquier caso, lo más prudente es continuar vigilando la evolución de ésta y de otras variables del mercado laboral, porque no existe ninguna razón que permita pensar en una rápida recuperación del empleo.
Lo que sí es evidente es la argucia del Gobierno del PP, que pretende maquillar las cifras de paro impulsando el subempleo, es decir, el empleo precario y a tiempo parcial.
Con este propósito, el ejecutivo de Mariano Rajoy ha decidido dar una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral para cumplir con la agenda de reformas exigida por Bruselas; y al mismo tiempo, tratar de complacer a una patronal insaciable.
El Gobierno ya trabaja en el diseño de esta nueva reforma dirigida a reforzar la precariedad laboral y fomentar la extensión de los contratos a tiempo parcial, es decir, los mini-empleos con mini-salarios. Asimismo, ha anunciado una ley de huelga que sin duda vendrá a restringir el libre ejercicio de este derecho fundamental, que además forma parte inseparable de la libertad sindical.
No cabe duda que la movilización sindical y social contra estas amenazas será necesaria e imprescindible, pero no suficiente. Por eso hacemos un llamamiento a seguir trabajando en la acumulación de fuerzas y en la construcción de una amplia alianza política, sindical y social capaz de impedir las nuevas agresiones que el Gobierno central prepara contra la clase trabajadora.
Gasteiz, 3 de diciembre de 2013
{module[111]}