El camino hasta la firma del convenio del Metal de Bizkaia no fue nada fácil, el colectivo de trabajadoras y trabajadores de este sector salió de manera masiva y contundente a la calle para que fuera un convenio con unos contenidos que supusieran un cambio en las condiciones laborales y de vida de las personas que trabajan en el el mismo. Y para ello, teníamos claro que este convenio tenía que integrar una perspectiva feminista con el objetivo de poner la vida de las personas en el centro y no el capital.
No es para nadie desconocida la situación de las mujeres en el metal de Bizkaia, ya que es algo muy visible que la entrada laboral en la mayoría de las empresas en este sector está prohibida para la mitad de las personas que conforman esta sociedad. Y cuando las mujeres han podido acceder al mismo lo hacen en puestos muy concretos, y en la mayor parte de las ocasiones con contratos eventuales, lo cual supone la perpetuación de la brecha salarial.
Por si esto fuera poco, últimamente estamos viendo cómo ante la destrucción de empleo que se está llevando acabo en el sector, son las mujeres las primeras expulsadas de sus puestos de trabajo, como en el caso de PCB, Aernnova, Tubacex…
Las presiones ejercidas en las empresas debido a la lucha tuvo sus resultados y en este convenio se consiguieron avances que nadie creía posibles cuando se inició la negociación. Estos avances también se dieron en materia feminista, estableciéndose mecanismos importantes y de obligatorio cumplimiento para hacer un diagnóstico del sector, encaminado a posibilitar la realización de Planes de Igualdad reales en las empresas con más de 50 personas en plantilla y la elaboración de un Protocolo contra el Acoso Sexual y Acoso por Razón de Sexo para el sector de la siderometalurgia de Bizkaia.
El 28 de febrero de 2020 se publicó en el BOB el convenio del metal de Bizkaia. 3 días más tarde, el 3 de marzo, LAB registró la solicitud para la creación de la Comisión de igualdad pero su constitución se pospuso hasta el 21 de septiembre debido a la situación que generó el Covid-19. En esta comisión, nos pusimos como primera tarea la elaboración del protocolo sectorial contra el acoso sexual y acoso por razón de sexo. Once han sido las reuniones mantenidas hasta el día de hoy, e incontables las propuestas y alternativas que ha realizado la parte social a la Patronal.
En todas las reuniones hemos constatado la falta de voluntad de la patronal para llegar a un acuerdo. La propuesta de protocolo elaborada por los sindicatos cuenta con el aval de Emakunde, pero la patronal no reconoce a esta organización la legitimidad para ejercer de asesora y no quiere tener en cuenta sus criterios en materia de igualdad. A pesar de los grandes esfuerzos de la parte social, la patronal ha bloqueado la negociación sin poder llegar a cerrar el protocolo de acoso. Ante el bloqueo constante, los sindicatos presentes en la comisión, el viernes registramos en el CRL la solicitud de mediación. La respuesta de FVEM a esta solicitud fue que no sabía si acudiría a la misma.
Desde el sindicato LAB, tenemos claro que si la intención de la Patronal es firmar un acuerdo sin compromisos claros ni obligatoriedad en ninguna de las materias y si lo único que busca es un lavado de cara y propaganda, que no cuente con nosotras para ello.
Viendo la actitud que mantiene la Patronal, creemos que se está acercando el momento de dar nuevos pasos y defender los acuerdos que tanto esfuerzo nos supusieron en la lucha en defensa de un convenio digno para todas las personas. De este convenio, tienen que salir instrumentos que garanticen un cambio de rumbo en este sector para, de una vez por todas, poder avanzar en la igualdad entre mujeres y hombres y terminar con las discriminaciones que se dan en el mismo.
Y esa será la lucha que LAB llevará adelante en las empresas del metal de Bizkaia a fin de blindar estos acuerdos y garantizar que se cumplan.