Desde hace tiempo la empresa Wat Direcciones arrastra resultados negativos. La crisis golpeó con dureza y ese revés se observa en los resultados económicos. Los malos resultados no son justificación para la actitud de la empresa ante sus trabajadores y trabajadoras y sus representantes.
Los abusos empezaron en el 2015, cuando Alexander Artolazábal compró la empresa. Desde un principio se vieron sus modos de actuar, puesto que al poco de llegar, echó a la calle a cinco trabajadores, y en el mismo año, dejó de pagar parte de los sueldos a las y los trabajadores. Además, empezaron a ser habituales la coacción y las amenazas. Muestra de ello es la sanción impuesta al delegado de LAB como consecuencia de una concentración.
La rebaja del salario de un 20% ha sido la gota que ha colmado el vaso y lo que nos ha traído a esta situación. La empresa, inspirándose en métodos mafiosos, forzó a las y los trabajadores a aceptar una reducción de sus salarios de un 15%, amenazándoles que de no ser así, se los rebajarían en un 20%. Los delegados se plantaron ante este chantaje y no firmaron el documento de reducción de salario de la empresa. Como consecuencia de ello, la dirección de la empresa inició un proceso inquisitorial contra los delegados y delegadas. A uno le redujeron la jornada, otra fue despedida por hacer uso de las horas sindicales y en el caso del último, puso a la plantilla en su contra. La empresa, utilizando estas trampas, quiere liquidar la acción sindical y tener vía libra para hacer su voluntad.
LAB rechaza de forma rotunda las formas y el objetivo de la empresa. Seguiremos defendiendo a las y los trabajadores en cualquier momento y lugar. No podemos arrodillarnos ante empresarios sin escrúpulos, no podrán terminar con el trabajo sindical.
Gora langile borroka!