Hartos y hartas, numerosos trabajadores y trabajadoras han salido a la calle en la primera jornada de huelga convocada esta semana en defensa del servicio público y en contra del desmantelamiento que está sufriendo Osakidetza. Por la mañana se han celebrado concentraciones y manifestaciones en Donostia, desde el hospital; en Gasteiz, desde Txagorritxu y en Bilbo, desde Basurto. Al mediodía se han concentrado en varios centros de salud. Mañana viernes, se celebrará la segunda jornada de huelga.
Subrayan la importancia de Osakidetza, ya que la sanidad pública es uno de los pilares del estado de bienestar y un derecho fundamental. De hecho, garantiza el acceso a la atención sanitaria, independientemente de la situación socioeconómica de cada persona.
Denuncian que la nefasta gestión y la política errónea de Osakidetza ha desencadenado la situación actual, la falta de recursos y profesionales, el cierre de los Puntos de Atención Continuada, la demora en los días para las citas de Atención Primaria o la prolongación de las listas de espera. Asimismo, han considerado inaceptables estas carencias, ya que la calidad de la atención sanitaria no puede recortarse en una sociedad como la nuestra. En las movilizaciones de hoy se ha pedido la dimisión de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.
Destacan que todo el personal de Osakidetza ha realizado un gran esfuerzo en los últimos años, soportando grandes cargas de trabajo y presión, lo que ha repercutido en el bienestar y la salud laboral de los trabajadores y trabajadoras.
Recuerdan, asimismo, que el personal de Osakidetza forma parte esencial del sistema sanitario público y que sin su compromiso y buen hacer la sanidad pública no sería posible. Mañana, segunda jornada de huelga, saldrán de nuevo a reivindicar todo ello y habrá manifestaciones a las 12:00 horas en Gasteiz (desde la plaza de las Burullerías), Bilbo (desde el Sagrado Corazón) y Donostia (desde el Boulevard).
Amplio seguimiento
Tal y como viene siendo habitual en las últimas convocatorias, el seguimiento está siendo especialmente relevante en la Atención Primaria, lo que evidencia, una vez más, tanto la precaria situación que soporta este nivel asistencial, como el hartazgo de la plantilla. En este sentido, cabe destacar, que al igual que en anteriores convocatorias, el personal de las Áreas de Atención al Cliente está secundando los paros de manera masiva y que entre la enfermería y el personal facultativo el seguimiento ha aumentado de manera considerable. Los Centros de Salud de Zaramaga, Salburua y San Martín, en Gasteiz, han amanecido cerrados. Lo mismo ha sucedido en los centros de salud de Lasarte, Zaratamo, Gernika o Lemoa. En centros como el de Basauri o Hernani están trabajando sólo los servicios mínimos y en Galdakao o Arrigorriaga el seguimiento ha sido también muy amplio. En la zonar rural de Araba, que secundó una jornada de huelga el pasado 27 de abril, el seguimiento está siendo del 80%.
Los paros han sido secundados de forma contundente también por el resto de niveles asistenciales. El almacén del Hospital Cruces ha amanecido con una única trabajadora en su puesto y el servicio de resonancia magnética está cerrado; los servicios de endoscopia y quirófanos de Galdakao están trabajando únicamente con los servicios mínimos; en traumatolgoía del Hospital Urduliz está prestando servicios únicamente una persona; en las consultas externas del Hospital Galdakao el impacto entre la enfermería ha sido muy importante; los celadores/as de hospitalización y urgencias del Hospital Mendaro están trabajando únicamente con los mínimos; en la OSI Araba se han cerrado quirófanos y cabe destacar la alta incidencia en el servicio de rayos. En el Hospital Donostia, por su parte, el servicio de Cirugía Mayor Ambulatoria ha amanecido sólo con los servicios mínimo. En el hospital Zumarraga, los quirófanos están cerrados.
Mención especial merece el Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos: no ha salido ningún autobús para donaciones y el laboratorio está parado.
Y todo ello, a pesar de unos servicios mínimos totalmente abusivos que han dejado a miles de trabajadores/as sin derecho de huelga. Estamos ante un nuevo intento de neutralizar, impedir y atacar el derecho a la huelga del colectivo. Además del contenido restrictivo de la Orden de Servicios Mínimos dictada por el Departamento de Trabajo, tenemos que denunciar el intento de las Direcciones de algunas OSIs de neutralizar y dificultar la huelga, interpretando la Orden de manera restrictiva e imponiendo la realización de servicios mínimos más allá de lo contenido en la misma.
Son reiteradas y numerosas las sentencias que reconocen la vulneración del derecho a la huelga en convocatorias anteriores, por estas mismas prácticas. Por desgracia, hay que volver a denunciarlas. Además las direcciones de las OSIs han dado orden de que no se faciliten datos de seguimiento a los Sindicatos.