Para LAB, algunas de las medidas presentadas por el director General de Osakidetza pueden suponer una mejora en la transparencia de las OPEs, pero por sí solas, no son suficientes para desterrar las prácticas corruptas instaladas en ciertas categorías y garantizar un proceso de OPE 100% libre de sospechas. En este sentido, cualquier medida propuesta sólo será efectiva si va acompañada de una actuación firme y decidida por parte de la dirección de Osakidetza, cosa que no está ocurriendo en la actualidad.
No compartimos algunas de las medidas propuestas. A continuación, la lectura crítica que hacemos sobre las medidas propuestas:
• Seguimos asistiendo a una configuración de los tribunales con demasiados miembros, el número de miembros en un tribunal no hacen sino disipar las posibles responsabilidades ante un caso de filtración pues añade dificultades a la hora de identificar al responsable directo de la filtración.
• La mayoría de las medidas Osakidetza las plantea como transitorias.
• Osakidetza debe aceptar la realidad para cambiarla. Es absurdo no admitir la existencia de filtraciones, y la negación de las mismas es una estrategia que termina protegiendo a quienes quebrantan los principios de igualdad, merito y capacidad. El hecho de plantear medidas de cambio al modelo de OPE sin reconocer las filtraciones plantea serias dudas sobre qué se quiere buscar con dichas propuestas. Parece más una campaña de propaganda para limpiar la deteriorada imagen de las personas que gestionan Osakidetza que otra cosa.
• Vista la actitud mantenida por Osakidetza hasta el día de hoy, queremos volver a advertir que no hay propuesta de OPE que vaya a funcionar si quienes participan del proceso de realización de exámenes y custodia de los mismos no tienen la certeza de que Osakidetza actuará con diligencia y contundencia ante una situación tan grave. El hecho de que personas imputadas por vulnerar los principios democráticos más básicos en una organización como Osakidetza sigan en sus jefaturas (de libre designación), es un indicador muy preocupante que describe a la perfección la actitud de Osakidetza.
• Osakidetza y la Consejería deben aclarar a qué se han debido las dimisiones de los últimos meses.
• Recurrir a expertos de fuera de la CAV es asumir de facto que en la CAV no somos capaces de hacer una OPE limpia. Medidas como esta, y no el trabajo de denuncia realizado por LAB, son las que ponen en cuestión la honorabilidad de todos los profesionales de Osakidetza. Además, encomendar la realización de pruebas a gente de fuera de la CAV no garantiza nada, dado que los congresos y conferencias facilitan que los miembros de cualquier especialidad se conozcan; estamos en pleno siglo XXI, las distancias no suponen barrera alguna.
• Invitamos una vez más a Osakidetza a pedir perdón a los miles de opositores que han visto vulnerados sus derechos con la misma carga institucional que cuando se anunció la OPE en la que han sido pisoteados sus derechos.