Hoy, 21 de abril, hemos tenido conocimiento, de un accidente laboral mortal ocurrido el domingo en la empresa Matricerías Deusto, en Zamudio. El responsable del servicio de prevención de la División Norte de Europa del Grupo Gestamp, estando en una reunión de trabajo, sufrió un infarto y falleció.
Con este accidente, son al menos 27 las y los trabajadores que han fallecido en Euskal Herria desde el principio de año y otros dos trabajadores, Alberto y Joaquín, continúan desaparecidos desde que se derrumbó el vertedero de Zaldibar el 6 de febrero.
En la situación de pandemia que vivimos, se incrementan las situaciones de presión y tensión, los accidentes mortales aumentan y las condiciones de trabajo están empeorando. Muestra de ello es la larga lista de trabajadores y trabajadoras muertos en Euskal Herria desde que se estableció el estado de alarma, al menos 8, contando con el último trabajador fallecido. Así, la semana pasada murió un trabajador en Talleres Berasategui de Arrigorriaga y otro en el puerto de Pasaia. El 11 de abril falleció otro trabajador de Arcelor Mittal Lesaka y el día 7, un trabajador agrícola en Oregarre (Behe Nafarroa). El 4 de abril, una trabajadora de la sanidad de IMQ, el 23 de marzo, un trabajador de Asfaltia en la AP-8 y el 18 de marzo, una enfermera del hospital de Galdakao.
Desde el sindicato LAB, queremos mostrar nuestro apoyo y solidaridad a familiares, personas allegadas y compañeros y compañeras de trabajo del trabajador fallecido.
Los accidentes no traumáticos, como este último, son accidentes de trabajo. No se dan por casualidad en horario de trabajo, por mala suerte o fatalidad como dicen los empresarios, cuando afirman que nada tienen que ver con el trabajo.
Está demostrado que las condiciones de trabajo, la presión y el estrés son uno de los factores más importantes en accidentes cardiovasculares y se han convertido en una de las mayores causas de los accidentes de trabajo.
Detrás de este accidente y de todos los accidentes de trabajo se encuentran las condiciones de trabajo y vida de la clase trabajadora. Malas condiciones de trabajo como son los elevados ritmos de trabajo, las presiones, autoritarismo etc. que provocan estrés y derivado del mismo, numerosas patologías que sufren las y los trabajadores y en ocasiones, incluso la muerte.
Tenemos derecho a un trabajo digno y a una vida digna, a volver a casa de nuestro puesto de trabajos sanos y sanas y con vida. Lo que está claro es que éste o cualquier otro accidente laboral no son hechos aislados, son el reflejo de un modelo productivo
en el que prima más el beneficio empresarial que la salud y la vida de la clase trabajadora.
En LAB tenemos claro que la movilización y la lucha son las únicas armas que tenemos para acabar con esta lacra, individual, familiar y social que son los accidentes de trabajo, porque necesitamos un cambio de rumbo, un cambio de modelo, en donde la salud y la vida de la clase trabajadora sea el elemento principal.
Es por ello que desde el sindicato LAB llamamos a la lucha por los derechos de todas las trabajadoras y trabajadores por unas condiciones de trabajo dignas.