El pasado 15 de octubre ocurrió un nuevo accidente laboral en una obra de Lemoiz que se vuelve a dar en el sector más castigado; la construcción. Desgraciadamente, la muerte de Félix ya no tiene solución pero es responsabilidad de todos y todas, sobre todo de las instituciones públicas y la clase empresarial el mínimo respeto por la vida de los y las trabajadoras.
Es curioso cómo OSALAN (Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales) califica el accidente de no traumático alegando causas naturales esta muerte con la consiguiente falta de investigación del mismo.
Desde el sindicato LAB pensamos que las jornadas interminables, los altos ritmos de trabajo, la subcontratación, la eventualidad; en definitiva, el incumplimiento del convenio provincial y la desregulación del sector que ello conlleva es un factor determinante para que se produzcan este tipo de accidentes.
De ello tenemos múltiples ejemplos, uno de los más significativos podemos verlo en las obras del nuevo San Mamés, donde las mínimas condiciones laborales brillan por su ausencia y donde el incumplimiento de la legislación vigente y la aplicación de las reformas laborales en pro del beneficio de las grandes empresas propician este tipo situaciones que siempre nos toca vivir a la clase trabajadora.
Desde LAB exigimos a las administraciones públicas que garanticen el cumplimiento del convenio provincial de la construcción como garante del respeto a las condiciones laborales mínimas.