Ainhoa Etxaide y Zaloa Ibeas, secretaria general de LAB y responsable de la Secretaría de la Mujer del sindicato, respectivamente, han comparecido hoy para denunciar las carencias de los presupuestos aprobados por el Gobierno Vasco en lo que respecta al ámbito de la mujer. "Las políticas de igualdad son marginales", han declarado, al tiempo que han reiterado que las cuentas previstas para 2017 no recogen políticas que permitan cambiar la situación.
LAB ha presentado el siguiente informe para corroborar la denuncia:
INTRODUCCIÓN
Si analizamos las condiciones laborales de las mujeres en la CAV, tenemos motivos para preocuparnos.
Aquí se desgranan algunos datos que reflejan la situación:
-Tasa de actividad: 51,9%.
-Desempleo: 12,2%
-En desempleo, sin recibir prestaciones por esta situación: 71.061
-Mujeres perceptoras de RGI: 35.726.
-Mujeres que reciben pensiones complementarias a la RGI por ser unipersonales: 9.168 (521 hombres).
Sigamos con el análisis con otros datos que reflejan la calidad de vida de las mujeres:
-Violencia machista, 5.000 denuncias en 2016.
-Una mujer asesinada por violencia machista en 2016.
-Las mujeres utilizamos de media 2 horas diarias más que los hombres para tareas de cuidados.
-El 95% de solicitudes de excedencia y licencias para realizar tareas de cuidados son realizadas por mujeres.
Tras estos datos se encuentra el modelo socioeconómico que castiga a la mayoría de la ciudadanía, pero no nos castiga a todas y todos por igual:
-El sueldo de las mujeres es un 33,6% más bajo que el de los hombres.
-En prestaciones sociales hay una diferencia del 65%.
La mayor parte de los contratos parciales (78%) recaen en las mujeres.
-La consecuencia directa, entre otras: las pensiones son un 40% más bajas de media.
-Hay 122.566 personas en la CAV en riesgo de pobreza. Que 64.225 sean mujeres es un dato que se olvida o se esconde.
Somos muchas las mujeres de la CAV que hemos alcanzado derechos y condiciones de vida dignas, por supuesto. Pero son más las que viven en situaciones de precariedad y exclusión social. Es una obligación mirar a la situación de todas estas mujeres si queremos cambiar de raíz la situación de nosotras, las mujeres.
Los presupuestos, herramienta para cambiar la situación
Los presupuestos son herramientas para garantizar el reparto solidario de la riqueza y unas mínimas condiciones de vida dignas para todos y todas a través de las políticas públicas. Por lo tanto, la Ley de presupuestos es una herramienta indispensable para hacer frente a la precariedad que vivimos las mujeres y de cara a conseguir la igualdad efectiva.
El ejemplo más claro es el papel que desempeñan (o deberían desempeñar) los presupuestos en la realidad de la pobreza. Las personas en riesgo de pobreza no viven en la pobreza real. Sufrirán pobreza en la medida en que no se les ofrezcan vías y recursos para salir del riesgo de sufrirla.
No obstante, la tendencia de los últimos años es la contraria, el riesgo de pobreza real ha crecido más que su riesgo. Las miles mujeres en riesgo de pobreza están condenadas a vivirla si no se da la vuelta a actual tendencia, si no se cambian las cosas a través de los presupuestos.
Presupuestos de 2017
El Gobierno Vasco ha presentado un presupuesto de 11.000 millones de euros. De éstos, 7.627 millones serán para gastos sociales, por lo tanto, un 69%. Parece mucho pero no nos confundamos, en 2009 se invirtió un 73,9% de los presupuestos en gasto social. Todos los estudios del Gobierno Vasco destacan la pujanza de la situación social, pero el Gobierno Vasco ha recortado el gasto social.
Debemos destacar que este recorte se lleva a cabo cuando los presupuestos se incrementan. Por lo tanto, hay margen para incrementar el gasto social. Además, el dinero que no se utilice para cambiar la situación social no se ahorrará, ya que se destinará a otros fines como el pago de los intereses de la deuda pública, construir el TAV que ni necesitamos ni queremos…
Reforma fiscal. Los presupuestos no solo deben analizar en función del gasto, también hay que analizar de dónde y cómo vienen los ingresos. Desde este punto de vista y si queremos hacer frente a la precarización y especialmente a las precarización de las condiciones de vida de las mujeres, tiene que realizarse desde los recursos y políticas públicas. Es necesario y urgente impulsar el desarrollo de recursos y servicios públicos porque son estos el camino para la redistribución digna de la riqueza.
POLÍTICAS DE IGUALDAD EN LOS PRESUPUESTOS DE LA CAV DE 2017
Los presupuestos otorgan un apoyo y dimensión económica a las políticas públicas, en este caso a las políticas públicas de igualdad, a las políticas creadas para cambiar esta situación:
Al analizar los presupuestos en función del género podemos obtener dos conclusiones principales.
No se recogen políticas públicas transformadoras que hagan frente a la situación de precariedad que vivimos las mujeres.
Las políticas públicas de igualdad resultan marginales si se tiene en cuenta el presupuesto en su completa dimensión.
Hemos analizado la situación en cuatro ámbitos para reflejar lo que decimos de forma clara. En primer lugar, las medidas propuestas para hacer frente a la violencia machista. En segundo lugar, medidas propuestas para impulsar la conciliación y la corresponsabilidad. En tercer lugar, recursos propuestos de cara a trabajar la igualdad de forma integral. En último lugar, propuestas para hacer frente a la precariedad laboral de las mujeres.
Medidas para hacer frente a la violencia machista
El Gobierno Vasco ha destinado 11 millones de euros para hacer frente a la violencia machista, el 0,1% del total del presupuestos. Ésa es la importancia que otorga el Gobierno Vasco a evitar 5.000 denuncias y el asesinato de una mujer.
Si profundizamos en la mencionada propuesta de gasto vemos que solo quedan 503.000 euros, esto es, el 0,0045% del presupuesto.
Conciliación y corresponsabilidad
Tenemos que decir que la propuesta que hace el Gobierno Vasco a la sociedad en este ámbito es testimonial, ya que se reduce a otorgar algunas subvenciones tal y como se recoge en la propuesta de presupuestos: 32.600.000 euros en total, el 0,29% del presupuesto.
Queremos destacar que, en todas estas políticas, somos mujeres en el 95% de los casos quienes solicitamos las subvenciones para compatibilizar tareas de cuidados con nuestra actividad laboral.
Igualdad de una forma integral
La Ley de Igualdad de la CAV indica que es obligatorio que en los departamentos y organismos del Gobierno haya “unidades de igualdad”. Lo que no concreta es qué es la “unidad de igualdad” y este gobierno lo interpreta de una forma especial, llevando la unidad a su mínimo. Esto es, ha creado unidades de igualdad con una sola persona (experta, trabajadora), ¡lo mínimo!
Para desarrollar políticas de igualdad de una forma integral son necesarias trabajadores y trabajadoras expertas en igualdad.
Actualmente hay 200 cargos en el Gobierno Vasco, alrededor de 80.0000 trabajadoras y trabajadores y solo 26 técnicas y técnicos de igualdad. Esto es, 26 técnicas y técnicos de igualdad deben influir en las políticas públicas llevadas a cabo por 80.000 trabajadoras y trabajadores.
Medidas especiales para hacer frente a las precarias condiciones de empleo de las mujeres
En la propuesta de presupuestos no hemos encontrado ninguna política directamente dirigida a esto. También hemos buscado en el recientemente presentado Plan de Empleo.
Conclusiones
Estos presupuestos, en lugar de a buscar auténticas salidas a la precariedad laboral de las mujeres y mejorar las condiciones de vida de las mujeres, nos condenan a la situación que vivimos en la actualidad.
No proponen políticas integrales ni transformadoras:
No ofrecen suficientes recursos para ir más allá de la denuncia de pancarta en la lucha contra la violencia machista, y en materia de prevención sólo proponen un trabajo testimonial.
El Gobierno Vasco repite una y otra vez que el eje de la prevención es la educación. Cuando llega la hora de tomar decisiones se ve que detrás de ese discurso no hay nada: gastarán 192.000 euros en munición para la Ertzaintza, mientras que para formar profesores y profesoras en coeducación se invertirán 130.000 euros.
No tienen en cuenta la precarización laboral y la temporalidad y nos condenan a ser las más pobres de los más pobres.
No puede ser que Emakunde destine 360.000 euros para que los ayuntamientos hagan planes de igualdad y sobre la violencia de género mientras se da más de 1.000.000 euros a CONFEBASK en diferentes conceptos.
Corresponsabilidad y conciliación se consideran asuntos de las mujeres, ya que no hay ninguna propuesta en este sentido.
El Gobierno Vasco acaba de lanzar una campaña para detectar el fraude en la contratación parcial, pero se dice que el mayor fraude es el de los contratos voluntarios. Ante eso, no hemos encontrado ni una sola medida para que las mujeres podamos acceder a contratos de jornada completa en igualdad de condiciones.
No se ve ninguna intención de revertir todos los recortes que hemos tenido en los servicios públicos, por lo tanto, cada vez se gasta menos en gasto social sin tener en cuenta la influencia que tiene en las condiciones de vida de las mujeres.
Por lo tanto, tras el análisis realizado queda claro que la propuesta de presupuestos presentada por Urkullu no recoge suficientes recursos económicos para hacer frente a la situación que vivimos ni suficientes recursos técnicos para realizar políticas de igualdad integrales.
Han pasado alrededor de 30 años desde que se comenzaran a proponer políticas de igualdad en los presupuestos de la CAV, y sin poner en duda la evolución positiva y algunos logros y mejoras de estas políticas públicas, ya no dan más de sí y no son suficientes para dar pasos adelante.
Están mintiendo, se pueden hacer casos, hay dinero para hacerlas. Pero prefieren utilizar el dinero público (el de todas y todos) en realizar políticas neoliberales que solo benefician a unos pocos.
Los retos actuales no son los mismos de hace 30, 20 o 10 años, tampoco lo son las necesidades. Es momento de analizar en profundidad las políticas de igualdad. Que se midan los resultados, que nos enseñen las consecuencias que ha tenido el camino realizado hasta la fecha en la realidad de las mujeres. Nosotras lo tenemos claro, es hora de comenzar a hacer políticas que tengan la capacidad de superar las denominadas políticas de igualdad y cambiar de raíz nuestra situación. Es hora de hacer políticas feministas:
1. Salario básico de 1.200 euros, ninguna pensión por debajo de 1.080 euros, revertir los recortes en la RGI e incrementarlo un 7%, establecer la jornada de 35 horas y crear nuevo empleo público. Éstas son la reivindicaciones de LAB para cambiar la situación de trabajadoras y trabajadores, pero hay que hacer políticas específicas para que estas medidas lleguen a las mujeres, políticas feministas.
2. Reconocer el trabajo de cuidados, valorarlo económicamente y convertirlo en fuente de derechos. Ésa es la medida que cambiaría de raíz la situación de las mujeres. Hay que poner en marcha el camino hacia este objetivo por parte de instituciones, sindicatos y movimiento feminista.
3. El Parlamento ha decidido hacer una nueva ley contra la violencia machista. Que no quede únicamente en manos de Emakunde, siendo indispensable el protagonismo del movimiento feminista, debería ser resultado de un proceso que contara con la participación del sindicalismo, la juventud y la comunidad educativa.
4. Cambiar de raíz la situación de las mujeres será el resultado de un largo camino. Un camino que pide cambiar las políticas, que traerá hacer nuevas políticas. La labor de técnicos y técnicas será fundamental. Hay que incrementar el número de técnicos y técnicas de forma considerable, asegurando que estén en todos los ámbitos y organismos y organizándolos en función de las necesidades.
Hay cosas por cambiar y sabemos cómo hacerlo. Faltan recursos, medios y compromiso político para ello.