El anuncio definitivo de la trayectoria de ETA supone cerrar un ciclo histórico completo. Ahora es el momento de ponernos a mirar a un nuevo ciclo y construir la sociedad que garantice los derechos que nos corresponden como pueblo y como ciudadanía.
La organización ETA ha anunciado el final de su trayectoria. Este anuncio sitúa a Euskal Herria la final de un ciclo histórico completo. Con este anuncio, además, la organización da por finalizardo el proceso que está desarrollando desde 2010. Ha desmantelado todas sus estructuras y ha dado por finalizado su actividad política.
Paso a paso, ETA está cumpliendo con sus anuncios, con estos pasos irreversibles. ETA se creó en la época franquista, con la intención de ofrecer una solución democrática al conflicto político que vivía Euskal Herria. Por lo tanto, el conflicto político es previo a la creación de ETA, y se mantiene también tras su desaparición. Una y otra vez hemos escuchado que en democracia, todos los proyectos políticos son viables por vías pacíficas, pero el estado que tenemos ante nosotros y nosotras, con su actitud ha seguido negando eso. Estamos ante una ciclo histórico completo que se ha prolongado 60 años y esto mismo crear las condiciones para abrir un nuevo ciclo histórico. Quisiéramos destacar dos características que han sido decisivas en este final de ciclo, la unilateralidad (aunque no hayan faltado obstáculos, la organización ha cumplido su hora de ruta paso a paso, con todas las garantías) y la inplicación de la sociedad civil. Ambas características han sido decisivas.
Ahora falta superar las consecuencias del conflicto político y armado que a lo largo de años hemos vivido en Euskal Herria y la implicación de la sociedad civil también será necesaria para ello. Y no sólo eso, ya que ahora es el momento de demostrar el compromiso y la implicación de los agentes.
La implicación y el compromiso son necesarios para finalizar con la que a día de hoy supone la principal vulneración de derechos humanos que ocurre en la actualidad, esto es, la que corresponde a la situación de presos y presas vascas, deportados, deportadas, exiliadas y exiliados. Hay que acabar inmediatamento con la dispersión y las medidas de excepción; y hay que consensuar y poner en marcha una hoa de ruta que traiga a casa a personas presas, deportadas y exiliadas.
En este país ha habido un conflicto político y armado que ha generado muchas víctimas y muchos tipos de dolor y sufrimiento. ETA ha reconocido el daño causado, ha dirigido un “lo siento de verdad” a todas las víctimas y ha pedido perdón a todas las víctimas que no han tenido una participación directa en el conflicto. No podemos decir lo mismo respecto a otros agentes que han causado dolor y sufrimiento. Sería beneficioso, para todas y todos, que cada uno y cada una hiciera su sincera reflexión y la hiciera pública.
En cualquier caso, la mejor aportación que podemos realizar a las víctimas es continuar darndo pasos, con responsabilidad, para crear un escenario de paz y justicia. El sindicato LAB muestra su compromiso para realizar su aportación en este camino.
Es hora de abrir un nuevo tiempo sin dolor, ni sufrimiento ni personas presas. Es el momento de construir una sociedad que garantice todos los derechos que como pueblo y como ciudadanía nos corresponden. LAB seguirá luchando por ese objetivo.