En Hego Euskal Herria hay 1.900 jóvenes más en desempleo que hace un año.
La tasa de paro en Hego Euskal Herria se ha situado en el 9,3% durante el primer trimestre del año, según la Encuesta de Población Activa publicada por el INE, lo que significa que un total de 124.900 personas se encuentran desempleadas en el conjunto de los cuatro territorios. Ahora bien, es oportuno advertir que la tasa de paro masculina es del 8,9% frente al 9,7% que alcanza entre las mujeres.
En comparación con el último trimestre del año anterior el paro se ha reducido en 5.400 personas, a pesar de que no ha coincidido con la Semana Santa. Sin embargo, la constante destrucción de empleo juvenil nos revela uno de los grandes males que azota nuestro mercado laboral.
En concreto, en los últimos tres meses se han perdido alrededor de 7.500 empleos entre jóvenes con menos de 25 años de edad. Y si echamos la vista más atrás comprobamos que, más allá de las fluctuaciones ligadas a picos estacionales, el volumen de empleo juvenil se ha estancado durante el último año.
Esta incapacidad para incorporar al mundo laboral a las generaciones más jóvenes se ha traducido en aumento del paro entre la juventud.
Actualmente en Hego Euskal Herria hay 1.900 jóvenes más en desempleo que hace un año, situando así la tasa de paro juvenil en un porcentaje cercano al 30%, una tasa que dobla la media de la Unión Europea.
Otra de las principales lacras del mercado de trabajo es la enorme precariedad laboral y su cruz, la inestabilidad en el empleo. De hecho, una de cada cuatro personas asalariadas trabaja con un contrato de carácter temporal, aunque en el caso de las mujeres la temporalidad alcanza cotas del 37,6%.
Por último, y directamente relacionado con la mala calidad del empleo creado, cabe señalar la elevada proporción de trabajos mal pagados. Como consecuencia de la crisis y las reformas laborales los salarios han sido los grandes perjudicados, y además los más castigados han sido los trabajos peor remunerados.
El propio Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos y poco sospechoso de favorecer las tesis sindicales, ha declarado recientemente que es hora de subir los salarios. Pero, evidentemente, nadie va a regalarnos nada. El logro de nuestras reivindicaciones será fruto del éxito de nuestras luchas.