Ante las informaciones publicadas en torno al plan de inversiones presentado por la dirección de Sunsundegui, desde LAB queremos expresar lo siguiente:
La propuesta presentada por la dirección de la empresa, en primer lugar, fue rechazada por la mayoría del comité de empresa. Ahora, esa propuesta tampoco ha sido aceptada por los accionistas que representan un 49%, frente al 51% que tiene la dirección. Por lo tanto, Sunsundegui no es una SAL como algún medio ha publicado, sino una sociedad limitada donde la dirección ostenta todo el poder y los accionistas, como los demás trabajadores y trabajadoras, ponen su fuerza de trabajo.
En dicha votación participaron 110 (82,09%) accionistas, de los cuales 73 votaron en contra y 37 a favor. Dicha votación se planteó de forma no vinculante y por lo tanto, no entendemos el escrito que ha enviado la dirección a los medios de comunicación.
Este debate no afecta solo a los accionistas, si no que afecta al 100% de la plantilla. Las condiciones laborales recogidas en dicho plan afectan al conjunto de la plantilla, que vive una situación de precariedad: atraso en el pago de nóminas, 41% de eventualidad (137 eventuales en una plantilla de 333), criterios discriminatorios a la hora de contratar y de promocionar internamente, horas extras abusivas, dobles escalas salariales, pérdida de poder adquisitivo…
Desde LAB creemos que las inversiones son imprescindibles en la empresa, que éstas no pueden convertirse, una vez más, en una herramienta para el chantaje y la imposición. En Sunsundegui es necesario abrir un nuevo tiempo donde se empiecen a recuperar derechos perdidos estos años, donde exista igualdad de oportunidades frente al enchufismo actual, y que se cumplan las inversiones que en su día se recogieron en el Plan de Viabilidad de 2013 y que cuentan con inversión publica.
Ya vale de chantajes y de imposiciones, es tiempo de abrir un nuevo espacio donde sustituyamos la unilateralidad por la negociación y el acuerdo.