Tenerías Omega es una empresa de Lizarra con una plantilla de 79 trabajadores y trabajadoras y dedicada a la producción de piel bovina. Hace ya más de dos semanas, la dirección de la misma, junto a su abogado y a la administración concursal, convocó de urgencia al comité de empresa a una reunión en la que señalaron que la única salida posible para este centro de trabajo era proceder a su liquidación y, en consecuencia, a la extinción de todos los puestos de trabajo.
En dicha reunión, informaron a la parte social de lo importante que era acelerar y acortar lo máximo posible todos los plazos legales para evitar que la empresa dejara cuanto antes de perder dinero debido al pago de las cotizaciones de los trabajadores y trabajadoras, que se encuentran en ERTE desde el 2 de septiembre. Para ello, la dirección mencionó una propuesta de acuerdo del ERE, señalando que se la enviaría redactada al comité a la mayor brevedad posible para que este la pudiera analizar.
Tras esperar durante dos semanas, el pasado martes día 1 de octubre la dirección volvió a reunir al comité para entregarle dicha propuesta en mano, a la vez que trataron de convercerle de lo importante que era para las y los trabajadores firmar el ERE con acuerdo.
En la propuesta de acuerdo del ERE la dirección de la empresa no le ofrece a la representación de la plantilla nada más de lo que ya tienen garantizado por ley, es decir, “extinguir sus puestos de trabajo acordando fijar una indemnización económica de 20 días por año de servicio, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año y con un máximo de 365 días de salario”.
También les señalaron que en ningún caso la empresa se iba a hacer cargo del pago de las indemnizaciones por los despidos y que esa obligación, que en principio es de la empresa, la debería de asumir el FOGASA. De esta forma, algunas y algunos trabajadores no cobrarán todo lo que les corresponde, dado que el FOGASA aplica topes tanto a los salarios como a las indemnizaciones.
Aún así, insistieron al comité en que firmara que estaba de acuerdo con los despidos y que aceptara sin rechistar el cierre de la empresa en la que gran parte de la plantilla lleva trabajando toda su vida. El comité denuncia que “a cambio de vender nuestra dignidad nos ofrecen una promesa de que cobraremos del FOGASA la indemnización cuanto antes”, añadiendo que “nos han llegado a insinuar de que en el caso de que no firmemos nuestra salida con acuerdo, no se darán tanta prisa en realizar las gestiones para poder cobrar cuanto antes… ¡Es el colmo! Encima de que nos echan a la calle, nos tratan de chantajear para que estemos de acuerdo con los despidos”.
El comité, por mayoría, ha tomado la decisión de rechazar dicho acuerdo. Además, denuncia la actitud de la administración concursal, que está actuando de aliada de la dirección insistiendo en que se firme un acuerdo que ni siquiera le dejan negociar y que además, no supone ningún beneficio para los trabajadores y trabajadoras, pero sí para la empresa.
También denuncia la gestión realizada por la dirección desde principios de este año. Afirma que “no sabemos bien si su intención era forzar este desenlace o, simplemente, la persona a cargo de los mandos estaba apretando todos los botones a la vez… La pregunta es ¿nos encontramos ante una situación que se ha dado o que se ha creado…? Lo que sí tenemos claro es que la honestidad de la dirección ha brillado por su ausencia”.
Desde el comité recuerdan que en junio iniciaron la tramitación de un ERTE para 13 personas de la plantilla. Un ERTE que, a pesar de que acordaron ampliar los plazos de negociación, finalmente fue desestimado por la dirección. En su lugar, la dirección, sin informar de ello al comité de empresa, solicitó al juzgado mercantil el concurso de acreedores. Seguidamente, presentó al comité el inicio de la tramitación de un nuevo ERTE, esta vez para el 100% de la plantilla. Y más tarde, la dirección propuso la negociación de este ERTE coincidiendo con las vacaciones del personal.
El comité considera que esta propuesta es una imposición, ya que pese a su insistencia para que se modificaran las fechas de negociación, la empresa la llevó a cabo provocando una “negociación” en la que solo participó la dirección de la empresa.
La dirección aplicó el ERTE a partir del pasado 2 de septiembre. Y respecto a la petición de inicio del concurso de acreedores no fue hasta un mes después de haberlo solicitado cuando la dirección comunicó al comité de empresa que se encontraban en esa situación “y que debíamos de asumirla y proceder a firmar nuestro propio despido, rapidito y sin rechistar…”, añaden desde el comité.
Ante esta situacón, desde el comité señalan que “no nos vamos a resignar ni mucho menos a doblegar. Nos declaramos en lucha contra el cierre de Tenerías Omega y por la defensa de nuestros puestos de trabajo”.