El pasado viernes, la nueva Consejera de Educación del Gobierno Vasco, Begoña Pedrosa Lobato, publicó una nueva orden por la que se regulan los comedores de los centro docentes públicos no universitarios de la CAV. Una orden que ha sido aprobada sin hablar ni con la representación de las trabajadoras del sector ni con los agentes educativos.
En la nueva orden, la Consejera de Educación recoge que el comedor escolar es fundamental en todo el proceso educativo del alumnado, pero lo sigue considerado un servicio complementario más. En LAB siempre hemos defendido que el comedor es un espacio más del centro escolar donde se sigue aprendiendo y enseñando, y donde las trabajadoras hacen una labor educativa que, a fecha de hoy, sigue sin reconocimiento Institucional.
La nueva Consejera de Educación ha perdido nuevamente una oportunidad para mejorar la calidad de los comedores a través de lo público. Es evidente que no le importan lo más mínimo las trabajadoras de los comedores escolares ni el alumnado que hace uso de él. En la nueva orden no ha reparado en recoger ninguna de las reivindicaciones de las trabajadoras: mejorar los ratios (menos alumnado por monitora), horario mínimo de comedor (jornadas mínimas), definición de las funciones, participar en las decisiones del centro, que se reconozca la laboral educativa de las trabajadoras y la formación, entre otras.
La nueva orden sigue privatizando un servicio que es público y que se paga con dinero público a unas empresas privadas para su gestión integral, en la cual están incluidos los alimentos y los salarios y condiciones laborales de las trabajadoras, a excepción de algunas pocas escuelas (cada vez menos) en las que el personal de cocina es del propio Departamento. Cada vez que un comedor escolar con comida transportada pasa a elaborarse en el propio centro (comedor in situ), la gestión de personal de cocina pasa a ser de las empresas privadas de colectividades. Desde el año 2019 el salario del cocinero o cocinera está equiparado al 100% del salario del personal laboral cocinero del Departamento de Educación, y desde el año 2023 también el de las monitoras. Teniendo el mismo salario y coste económico que el personal laboral del Departamento de Educación, ¿cómo siguen siendo trabajadoras subcontratadas? Es más, ¿cómo se entiende que el propio Departamento recoja puntuar el precio hora de las trabajadoras en las licitaciones?
El sindicato LAB siempre hemos defendido la necesidad de modificar el actual modelo de gestión de comedor porque está obsoleto, donde la comunidad educativa participe en el, pero en lo que no tenemos duda alguna es en que la gestión del personal tiene que recaer directamente en el Departamento de Educación.
Desde el sindicato LAB le hacemos una pregunta a la nueva Consejera de Educación del Gobierno Vasco Begoña Pedrosa: ¿Va a modificar también la circular de comedores escolares unilateralmente sin antes haberse sentado con los sindicatos como ha hecho con la orden de 22 de marzo de 2000, la cual influye directamente en las condiciones laborales de las trabajadoras de los comedores escolares y en la calidad del servicio?
Es el momento que los y las trabajadoras de comedores escolares salgan a la calle. El Departamento de Educación tiene que sentarse con las representantes de las trabajadoras a escuchar sus reivindicaciones, alcanzar acuerdos que mejoren sus condiciones laborales y comprometerse al mantenimiento de los puestos de trabajo, así como proporcionar las herramientas necesarias para dar un servicio de calidad.
El sindicato LAB hace un llamamiento a todas las trabajadoras del sector a iniciar un proceso de lucha por unas condiciones laborales y vidas dignas.