La empresa subcontratada por el Ayuntamiento de Barakaldo para llevar a cabo la limpieza de las instalaciones municipales de deportes ha incumplido gravemente con sus obligaciones, ya que las y los trabajadores no han recibido el pago correspondiente a sus nóminas del pasado julio. Esta situación no es aislada, sino que se repite, dejando a casi 80 familias en una situación angustiante.
En 2021, la plantilla ya enfrentó una situación similar, y ahora, en 2024, se repite el drama. La empresa subcontratada alega haber emitido facturas desde abril, pero el Ayuntamiento de Barakaldo no ha procedido al abono. Por su parte, la Unión Temporal de Empresas (UTE) argumenta falta de liquidez como razón para no cumplir su obligación del abono de las nóminas de julio.
Desde el sindicato LAB, no permaneceremos pasivos ante este atropelló a nuestros derechos más fundamentales:
- Ayer, 5 de agosto, presentamos una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, ya que el impago de nóminas es una falta grave por parte de la empresa y está tipificado como una infracción laboral muy grave.
- Esta semana iniciaremos una ronda de contactos con todos los partidos políticos, la alcaldía y Barakaldo Kirolak para exigir una solución urgente.
- No descartamos realizar movilizaciones, si fuese necesario, para exigir el cobro de las nóminas que corresponde a la plantilla.
Es relevante recordar que el proceso de licitación de este servicio se ha presentado varias empresas del Grupo Clequali, el proceso de licitación ha tenido lugar la pasada primavera, pero el pasado julio, se convocó un pleno extraordinario, que decidió prorrogar la adjudicación de la nueva licitación, debido a las deudas que la empresa adjudicataria (Prointal del grupo de empresas Clequali) mantenía con la Agencia Tributaria. Esta situación pone de manifiesto la negligencia del equipo de gobierno del PNV y PSOE al subrogar servicios a empresas que no cumplen con sus obligaciones con la plantilla.
Es necesario, que la alcaldesa del PNV Amaia del Campo tome medidas inmediatas para garantizar que las y los trabajadores reciban sus salarios. La falta de acción de las instituciones sólo perpetúa el sufrimiento de las casi 80 familias afectadas y socava la confianza en las instituciones. El Ayuntamiento de Barakaldo debe asumir su responsabilidad y no permitir que empresas irresponsables jueguen con las vidas de su plantilla.