Osakidetza lleva años impidiendo con su pasividad la euskaldunización real del servicio públido de salud de la CAV. Más allá de la propaganda engañosa, no solo se está impidiendo la euskaldunización para que sus trabajadores y trabajadoras puedan ejercer sus tareas en euskera, sino que, además, no garantiza la atención en euskera a los y las usuarias euskaldunes.
Esta falta de diligencia la estamos observando nuevamente en la implantación del III Plan de Euskera, donde ni siquiera se cumplen los plazos recogidos en este. Es revelador cómo la estructura de mando de Osakidetza parece moverse al margen de esta exigencia y podríamos decir que los puestos de responsabilidad gozan de una exención en lo que se refiere a su capacitación lingüística.
En este sentido resulta clara la falta de compromiso de las direcciones, subdirecciones y adjuntías, puesto que no se les exige nada en cuanto a capacitación lingüística, tal y como se ve en el siguiente articulado:
1.2. Asignación de fecha de preceptividad a plazas de jefatura y responsabilidad:
En los servicios clasificados de prioridad 1 en el plan de euskera, se asignará fecha de preceptividad a todos los puestos de jefatura y responsabilidad, y en los servicios de prioridad 2 se asignará fecha de preceptividad siempre que el porcentaje mínimo de fechas del servicio sea el 50% o superior. Quedan excluidos de estas asignaciones los puestos de direcciones, subdirecciones y adjuntias.
Además, para el resto de actuaciones los plazos se han agotado y no se han realizado las actuaciones comprometidas.
Mientras observamos los esfuerzos por estudiar euskera de una buena parte de la plantilla comprometida con los derechos lingüísticos de la población, estamos viendo cómo desde la dirección de Osakidetza no se asumen las responsabilidades ni se cumple lo que su propio plan de euskera establece. Unido a esto, cuando LAB solicita información acerca de las medidas que debían haberse adoptado en este sentido en dichos puestos de responsabilidad, la dirección de Osakidetza no solo no traslada la información, sino que además les remite a la comisión corporativa de euskera, una comisión que no se reúne desde el 19/09/2023 y en la que no hay previsión de volverse a juntar a corto plazo.
El compromiso con el euskera de la actual dirección de Osakidetza es nulo y así se comprueba en todas y cada una de las áreas en las que se puede analizar. Las aplicaciones informáticas no recogen la misma información en euskera y en castellano, dejando a los y las trabajadoras euskaldunes en una situación de desventaja clarísima. Asimismo, esta pasividad y falta de compromiso con el euskera está haciendo que desde fuerzas sindicales como UGT se esté trabajando
un discurso euskarofobo que, aunque es seguido por una minoría, parece tener un campo abonado por la propia dirección. Por todo ello, LAB exige a Osakidetza que cumpla su plan de euskera, y que lo cumpla con transparencia, sin ocultar la información que a día de hoy confirma la falta de compromiso con el objetivo de dicho plan. El sindicato exige, asimismo, que se aumenten las partidas económicas que sean necesarias para afrontar la formación y la capacitación lingüística de la plantilla.