Esta mañana en Arribe, Nafarroa, un trabajador de 42 años ha fallecido en la construcción por una caída de altura. La semana pasada, en Aginaga (Gipuzkoa), un trabajador sufrió un accidente de altura en la empresa Viveros de mariscos Viuda e Hijos de Jerónimo Izagirre y se encuentra en estado muy grave. En las dos primeras semanas de 2024 los accidentes laborales han dejado 4 muertes en Euskal Herria.
El duro inicio del año no ha hecho más que confirmar la habitual tendencia cíclica. El año pasado cerramos el año con 58 fallecidos y fallecidas, menos que el anterior. La tendencia de este año nos situaría de nuevo ante un aumento de la tasa de mortalidad. Detrás de todos estos accidentes está la falta de medidas preventivas. Las caídas de altura sin medios de seguridad son habituales en nuestro entorno.
Aunque los trabajos en alturas tienen una normativa propia, rigurosa, la realidad es que la patronal evita con total impunidad ofrecer garantías para la vida del trabajador o la trabajadora, saltándose la normativa. Ante esto las administraciones no toman medidas suficientes y solo existen sanciones después de que los accidentes ocurren, nunca por incumplimientos previos.
La impunidad patronal dejó 58 muertos el año pasado en el Euskal Herria, esta misma impunidad ya ha matado a 4 trabajadores en lo que va de año. ¿Cuántas trabajadoras y muertos trabajadores necesita la patronal para satisfacer su hambre de dinero?
Sólo la clase obrera organizada logrará cambios profundos. Para denunciar esta situación y en solidaridad con la clase trabajadora, el próximo miércoles, 17 de enero, a las 12:00 del mediodía, los sindicatos LAB, ESK, STEILAS, EHNE, HIRU y CGT/LKN llevaremos a cabo una concentración en Iruñea, frente a la sede del Gobierno de Nafarroa.