En dicha sesión, hemos vuelto a exponer la situación que vivimos y la decisión tomada por una multinacional a miles de kilómetros de Euskal Herria enmarcada dentro de un plan estratégico para llevar a cabo un proceso de deslocalización y con un objetivo claro: aumentar sus margenes de beneficios, reduciendo costes.
Por este motivo, hemos solicitado a los gobiernos, y en este caso las instituciones públicas, especialmente el Gobierno Vasco, que deben tener herramientas para actuar en este tipo de casos..
Es urgente activar mecanismos para que cuando esto suceda sea obligatorio devolver el dinero público del que se han beneficiado y a la vez se pueda abordar una reconversión industrial bajo criterios de sostenibilidad ecológica y social asegurando el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Así mismo, le hemos trasladado que de la propuesta de cierre los trabajadores y trabajadoras de Mecaner queremos generar una oportunidad de futuro.
Y por ello, hemos explicado el proceso del plan de transición que hemos iniciado por la plantilla. El objetivo principal del plan de transición es la búsqueda de una alternativa para la continuidad de la actividad industrial de Mecaner,
En definitiva este proceso es una apuesta clara por el presente y el futuro de la industria, de la comarca y de país.
Pero no podemos hacerlo sin la contribución y la participación de las administraciones y la sociedad. Por eso, con el objetivo de recuperar la fabrica, proponer una alternativa viable y que contribuya a la transición ecológica y social justa para la comarca, es imprescindible la voluntad y el compromiso de todas las partes.
De este modo, hemos solicitado al Gobierno vasco y los partidos políticos que:
● Colaboraren de manera activa en la elaboración de este plan de viabilidad, aportando tanto técnica como políticamente todas sus capacidades.
● Analizar y compartir oportunidades en torno a las necesidades de movilidad (buses comarcales, metro…) en la comarca de Uribe Kosta y en el territorio.
● Se comprometan a buscar alternativas a la producción actual de la fábrica que respondan a las necesidades sociales de la comarca y alrededores; apostando por la remodelación de una industria que necesita urgentemente intervención pública.
● Igualmente, se comprometan activamente en la búsqueda de soluciones a la propiedad y gestión de Mecaner. Si Stellantis decide abandonar la fábrica, lo único que se va de Urduliz es Stellantis: las instalaciones (sobradamente amortizadas) y la plantilla se queda. Y son las instalaciones y la plantilla quienes son productivos y capaces de desarrollar la actividad industrial.
Por eso las instituciones públicas deben dar su apoyo para evitar que todo eso se desmantele,se produzcan los despidos y el cierre.
La participación pública en la propiedad y gestión son la mayor garantía para el futuro de la planta.