Junto con varias personas representantes Metro Bilbao, Avanza Durangaldea, Bilbobus y Euskotren hemos denunciado esta práctica que se está extendiendo en los últimos meses con una movilización realizada en la Intermodal de Bilbo.
Las empresas en las que existe un complemento de las bajas por enfermedad tienen derecho a subcontratar empresas de control de absentismo para hacer seguimiento (controlar) de las bajas por contingencias comunes a cambio de una buena suma de dinero. El Estatuto de los Trabajadores les da potestad para verificar el estado de salud de los y las trabajadoras, pero su objetivo reconocido es reducir el absentismo, sin preocuparse por la salud. Todo ello con mentiras y amenazas para no abonar el complemento de Incapacidad Temporal por contingencias comunes.
Las empresas no pueden dar los datos personales de esas personas a las que citan en oficinas que no son aptas para la actividad sanitaria, en las que comprueban si, bajo su percepción, las bajas son o no justificadas y le dicen a la empresa cuando volverá el trabajador o trabajadora a su actividad laboral. No tienen ese derecho.
LAB ha recibido quejas de los trabajadores y trabajadoras, no porque se les hayan adelantado pruebas diagnósticas u otros elementos terapéuticos, sino por presiones para darse de alta, para entregar documentación sanitaria privada, etc.
Todo ello gastando dinero público, como es el caso de las empresas de transporte (sale de las administraciones públicas a la sanidad privada). En Avanza, el año pasado no consiguieron el objetivo de absentismo establecido; en Euskotren llevan varios años gastando cientos de miles de euros, y cuando empezaron con esta práctica el nivel de absentismo era del 9,8% y hoy es del 12,09%.
Todo esto parte de una campaña orquestada por la patronal, mutuas, políticos y otros poderes fácticos, es parte de un sistema que culpa a la clase trabajadora del absentismo laboral mientras deslegitiman la sanidad pública, pero siempre sin ir a la raíz del problema, es decir, a la causa de ese absentismo y a su prevención.
La representación sindical de LAB en las empresas de transporte lo tiene claro: la mayoría de las enfermedades son por causas musculoesqueléticas y por trastornos mentales, las cuales vienen en su gran mayoría derivadas de la situación laboral y que, a causa de la falta de interés de las mutuas, se vuelven contingencias comunes.
Después, las empresas se quejan del absentismo y contratan médicos policía. Pero para reducir el absentismo, realmente se necesitan otros elementos, como una buena prevención, acabar con la temporalidad, etc. Hay que poner mayor atención a las evaluaciones de riesgos, los cuidados de la salud, la ergonomía y la psicosociología.
A pesar de que en ocasiones se hacen evaluaciones psicosociales, estas no se convierten en medidas de prevención reales y efectivas. Como ejemplo, en Metro Bilbao se presentaron una serie de medidas a implementar como consecuencia de los resultados obtenidos en la evaluación final, en septiembre de 2022, pero un año después no se ha visto su aplicación real.
Cuando se habla del fraude en las bajas por contingencia común no se dice que, de acuerdo con diversas encuestas, éstas se estiman en un 4%, mientras el presentismo, es decir, acudir al trabajo estando enfermas, llega hasta el 41%. Los y las trabajadoras acuden a trabajar por miedo a perder sus empleos.
Los y las empleadas deben pasar por hasta 7 tipos de especialistas médicos (entre INSS, Osakidetza, mutuas, inspección, etc.) para que decidan sobre la conveniencia de las bajas. Aún así, quieren seguir poniendo el punto de mira en los y las trabajadoras. Aunque sería mejor que todo ese dinero público se invirtiera en un sistema público digno y de calidad, no se hace así, porque su verdadero objetivo es atacar al sistema público de salud y a la clase trabajadora.
Si se necesita una solución para la cantidad de bajas, el planteamiento debe ser distinto: hay que invertir más y mejor en la prevención de riesgos laborales, en el mantenimiento de los vehículos, en cubrir vacantes, etc. Se debe ahondar en las verdaderas causas, pues en la mayoría de los casos están estrechamente ligadas a las condiciones de trabajo. Con el fomento de la prevención y la mejora del servicio público de salud se reduciría el índice y los tiempos de las bajas. Ése es el camino, todo lo demás es criminalizar a la clase trabajadora, recortar sus derechos y desmantelar y deslegitimizar la sanidad pública.
Ante esto, LAB seguirá organizando y movilizando a las trabajadoras y los trabajadores contra estas empresas y sus prácticas mafiosas hasta acabar con ellas.