Hoy por la mañana miembros del sindicato LAB nos hemos concentrado en Iruñea, frente al Palacio de Navarra, para reclamar una vez más que se desbloqueen las negociaciones del que debería ser el primer convenio sectorial de residencias de Nafarroa. Seguiremos interpelando tanto al Gobierno como a la patronal para que se muevan de sus posiciones y den pasos que ayuden a la consecución de un convenio digno, con contenidos reales que mejoren sustancialmente las condiciones laborales de las trabajadoras.
Tras casi tres años de lucha, la negociación del convenio sigue enquistada. La falta de interés de la patronal por otorgar unas mejores condiciones laborales a sus trabajadoras es evidente, pero también preocupa la actitud de pasividad que tiene el Gobierno de Nafarroa, en un servicio público que, desgraciadamente, está privatizado con el permiso de las instituciones públicas. El Gobierno no está buscando de manera activa el desbloqueo y eso hace que haya una paralísis integral de la negociación.
A pesar de ser la tercera fuera sindical del sector, el pasado junio LAB ya dio un golpe sobre la mesa para que se reuniera la mesa de negociación y lo consiguió. Ahora vuelve a dar un paso más para que esta negociación no quede en nada. Siempre con el objetivo de conseguir un convenio sectorial propio que dignifique las condiciones laborales de las trabajadoras.
Por todo ello, el sindicato LAB vuelve a salir a las calles, junto a las trabajadoras de este sector feminizado y precarizado, para interpelar tanto al Gobierno como a la patronal, para que las bajas no se vinculen al absentismo, para no asumir ninguna clausula abusiva, para no aceptar ninguna congelación de ningun concepto, por unos salarios y jornadas laborales dignas que permitan conciliar las vidas… En definitiva, para exigir unas condiciones de trabajo dignas.
Estando cerca de una Huelga Feminista General, este sector tiene muchos motivos para salir a la calle, ya no solamente por el convenio, sino también por el reconocimiento de su trabajo de cuidados. Este convenio será un primer paso en la lucha por el sistema de cuidados público comunitario, tan necesario para la sociedad como para las propias trabajadoras.