El servicio lo gestiona desde hace más de un año la empresa Gestión de Servicios Residenciales (GSR) de Mondragon Kooperatiba Elkartea. Las trabajadoras de Santa Mariñe y las personas residentes y familias se alegraron de que la gestión del centro pasara a GSR, pensando que se dejaría de lado la nefasta gestión hasta entonces y que tanto las condiciones laborales como las del servicio cambiarían. Sin embargo, hoy por hoy no ha habido cambios a mejor.
Así lo han expresado con preocupación, ya que consideran especialmente grave la actitud que está teniendo GSR siendo una empresa de la Cooperativa Mondragón.
Por un lado, la actitud de GSR contra la organización y el sindicalismo de las trabajadoras ha sido constante. Desde el principio ha obstaculizado el proceso electoral para la elección de la representación legal de las trabajadoras, proceso que le ha llevado a mantener actitudes despectivas hacia las representantes, afiliadas y trabajadoras en general.
Por otro lado, a lo largo de este año la empresa ha incumplido ininterrumpidamente el convenio colectivo, obligando a las trabajadoras a realizar funciones que no les corresponden por su categoría o a realizar modificaciones laborales constantes, por ejemplo. Ante estos incumplimientos, la representación de la plantilla ha querido abrir un diálogo con la empresa para gestionar la situación, pero esta ha hecho oídos sordos y se han visto obligados y obligadas a denunciarlo ante la Inspección de Trabajo.
También se han visto obligados y obligadas a alzar la voz ante una empresa que no quiere escucharles. Llevan dos meses realizando paros de 15 minutos mañana y tarde, y han participado junto a las trabajadores de otras residencias en las jornadas de huelga de las residencias de Bizkaia convocadas por LAB.
Pues bien, ante ello, la empresa ha querido obstaculizar el derecho que tienen las trabajadoras a unirse, organizarse y hacer huelga, con amenazas e intentando poner a los familiares contra ellas.
No lo han conseguido, pero las trabajadoras están unidas y dispuestas a luchar y así lo han demostrado. Y las familias se han sumado a sus reivindicaciones, por lo que han querido darles las gracias por su apoyo constante.
“Somos trabajadoras que trabajamos con personas, exigimos condiciones laborales dignas, ratios dignos y funciones por categorías. Peleando por nuestras condiciones laborales luchamos por un sistema de cuidados público y digno”, explican. Por eso, inciden en que seguirán luchando.
Este mes continuarán con los paros y a las 11:00 y a las 17:00 se juntarán en la puerta de la residencia trabajadoras, residentes y familiares, y se sumarán a las jornadas de huelga convocadas por LAB a partir de hoy y hasta el 20 de mayo en las residencias de Bizkaia. Reivindicarán que la privatización trae la miseria de las trabajadoras de cuidados y que los trabajos de cuidados son públicos.