Tres empresarios de hostelería han sido detenidos en Donostia, acusados de defraudar más de 80.000 euros a la Seguridad Social y explotar a más de veinte trabajadoras a las que engañaban con la promesa de regularizar su situación administrativa. Además de denunciar el aumento de abusos laborales en dicho sector, subrayamos la necesidad de asegurar derechos para todas las personas que trabajan en él.
El sector de hostelería es uno de los más precarizados, con altas proporciones de economía sumergida y empleo temporal. Detrás de esa Donostia de postal reconocida por su gastronomía y hostelería subyacen unas condiciones laborales sangrantes para las trabajadoras que sostienen con sus cuerpos ese modelo de explotación. Racismo, clasismo, explotación y abusos son la otra cara de una moneda cada vez más violenta y excluyente. Ya está bien de una patronal especuladora que se lucra abusando y realizando todo tipo de chantajes y falsas promesas.
La ley de extranjería del estado español es racista. Además, las administraciones de Hego e Ipar Euskal Herria, a pesar de contar con mecanismos y competencias para controlar, sancionar y poner freno a estas mafias, miran para otro lado, exponiendo a las trabajadoras migradas y racializadas a circuitos de abandono y especial desprotección frente a todo tipo de vulneraciones.
El acceso a un empleo en condiciones dignas tiene que ser un derecho para todas las personas trabajadoras.
Desde el sindicato LAB condenamos este accionar hipócrita y especulador. Exigimos que las administraciones y gobiernos de turno regularicen la situación de estas trabajadoras y las protejan, garantizando el ejercicio efectivo de sus derechos fundamentales en este territorio.