Miles de puestos de trabajo de carácter estructural que no figuren en las relaciones de puestos de trabajo quedarán excluidos de estas convocatorias. Al igual que ha hecho el Gobierno de Navarra, el Gobierno Vasco no ha aprovechado adecuadamente los procesos de estabilización para consolidar personal y en muchos casos, ha convertido los procesos de negociación en teatro. La consecución de acuerdos en las administraciones del Gobierno Vasco se está convirtiendo en una excepción y sigue imponiendo fraude y precariedad.
Desde la aprobación de la Ley 20/2021 en Madrid a finales del año pasado, los plazos para impulsar procesos de estabilidad en las administraciones públicas han ido avanzando. Para el 1 de junio deben estar publicadas todas las convocatorias, tenemos la fecha encima y debemos decir que el balance no es bueno. La mayoría de las administraciones han presentado a última hora sus primeras y últimas ofertas. Lamentablemente estamos acostumbradas a este comportamiento del Gobierno Vasco de abrir el ámbito de negociación y cerrarlo el mismo día. LAB ha puesto un claro objetivo a esta primera fase de los procesos de estabilidad; integrar todos los puestos de la estructura en estos procesos, tanto los recogidos en las relaciones de puestos de trabajo como los puestos que están ocultos. Somos conscientes de que un gran número de trabajadoras y trabajadores eventuales trabajan en puestos ocultos durante años en una situación de incertidumbre y de perpetuación del fraude.
El objetivo de la ley aprobada en Madrid es situar el nivel de temporalidad en el 8%, un objetivo que, a la vista de las convocatorias que está publicando el Gobierno Vasco, no será posible cumplir para finales de 2024. En la mayoría de los casos la falta de negociación ha sido brutal, como el proceso en la mesa sectorial de Osakidetza. En Osakidetza, actualmente está aprobada una plantilla estructural de unos 29.000 trabajadores y trabajadoras y en la actualidad son unas 16.000 personas las que tienen una plaza en propiedad. Esto supone que 13.000 puestos de trabajo de estructura se cubren mediante personal eventual. Por si fuera poco, la propia dirección de Osakidetza ha venido proponiendo un incremento de la plantilla estructural de 3.000 puestos de trabajo, que actualmente pueden permanecer ocultos. Plantean 3.700 plazas para la convocatoria de estabilización, por lo que es evidente la insuficiencia de esta convocatoria. En la misma línea se desarrolla el proceso de negociación que se está llevando a cabo en la mesa sectorial de educación. Los sindicatos hemos tenido que poner en marcha movilizaciones para definir las plazas estructurales en las escuelas, incluirlas en la convocatoria de estabilidad y poder condicionar la oferta del Departamento de Educación. De la misma manera, el gobierno municipal del Ayuntamiento de Bilbo ha dejado 114 plazas fuera de la convocatoria de estabilización, haciendo caso omiso a las peticiones del sindicato.
Dada la desidia y unilateralidad observada en algunos ámbitos de negociación, en estas convocatorias de estabilidad no descartamos la acción jurídica. Recabaremos la información necesaria, la compartiremos con el personal y llevaremos estas convocatorias a los juzgados una vez analizadas en profundidad. Asimismo, seguiremos luchando en la calle y en los tribunales por los derechos lingüísticos de las y los trabajadores y de la sociedad. En cuanto a las reclamaciones individuales, LAB hará uso de las posibilidades jurisprudenciales, tal y como ha venido haciendo hasta ahora.
Para terminar, queremos decir que el maratón de procesos de consolidación no ha terminado. Hasta finales de año tendremosqueinsistirenlasnegociacionesdelas bases,enalgunoscasosyaavanzadas.LABtieneunobjetivoclaro en estas negociaciones: consolidar en sus puestos de trabajo a todo el personal que ha estado trabajando durante años en situación fraude. A eso destinaremos todas nuestras fuerzas.