Los sindicatos LAB y ELA nos hemos movilizado ante las oficinas generales de Tasubinsa para exigir a la dirección que abandone su posición antidemocrática y se siente a negociar un empleo de calidad con la representación mayoritaria de las trabajadoras y trabajadores. Así, exigimos respeto a la plantilla, un convenio colectivo digno y de eficacia general. El próximo día 16 de marzo compareceremos en el Parlamento de Navarra.
Después de nueve meses de negociación del convenio y, tras cerrar cualquier posibilidad de acuerdo con el Comité que representa la voluntad mayoritaria y democrática expresada en las elecciones sindicales por trabajadoras y trabajadores, la dirección de Tasubinsa ha firmado un acuerdo para empobrecer a la plantilla con los sindicatos UGT y CCOO, con la representación minoritaria. Así estos sindicatos, en minoría y en un actuar claramente antisindical, han facilitado a la dirección de la empresa un acuerdo de eficacia limitada y que, por tanto, no es de aplicación general a toda la plantilla.
Tasubinsa, que recibió 11 millones de euros de las arcas públicas para subvencionar los costes salariales y viabilidad del centro, y que por tanto cuenta con el dinero suficiente, niega a las trabajadoras y trabajadores una subida del IPC. UGT y CCOO lo han vuelto a hacer, y en un ejercicio de acompañamiento, tras descolgarse de la huelga que exigía dicha reivindicación, han firmado un acuerdo que no respeta a la plantilla (han aceptando la pérdida de poder adquisitivo, que en este 2022 será de entre 420 y 1.016 euros por trabajador y trabajadora).
Esto además de ser inaceptable desde un punto de vista democrático, contradice el discurso de los empresarios de la CEN, de los sindicatos CCOO y UGT, y del propio Gobierno de Navarra que en un ejercicio de propaganda nos hablaron de calidad en el empleo tras la firma de su plan de empleo. En este sentido, el próximo día 16 de marzo representantes de LAB y de ELA compareceremos en el Parlamento de Navarra. No podemos hablar de calidad en el empleo ni de vida digna si no se garantiza el poder adquisitivo de trabajadoras y trabajadoras, si no se asume incrementar los bajos salarios en la misma medida en la que ha subido la vida.