Los sindicatos LAB, ELA, UGT, ESK, STEILAS, CGT, CNT, EHNE e HIRU hemos llevado a cabo en Bilbo, en la plaza Elíptica, la concentración mensual contra la política penitenciara de excepción, dentro de la dinámica “Izan bidea” de SARE.
En este caso, hemos puesto el foco en el derecho a la salud de las y los presos, así como en su derecho a poder comunicarse con sus allegadas y allegados. En este sentido, en palabras de los sindicatos, «es hora ya de acabar con la conculcación del derecho a comunicar. Es hora de recuperar este derecho, de mantener el vínculo familiar, actuando de manera humanizada».
Son ya dos años de sucesivas cuarentenas y pérdidas de comunicaciones, en muchos casos con el añadido de los desplazamientos a prisiones de fuera de la CAV y Nafarroa, a lo que hay que sumar el cansancio acumulado por los largos años que llevan viajando a las cárceles más alejadas: «Ha transcurrido tiempo suficiente para aprender de la experiencia y ser capaces de adoptar medidas diferentes, más allá de las más restrictivas. Teniendo en cuenta que en el resto de ámbitos sociales se están dando ya pasos reales para abordar la nueva variante de la pandemia con mayor flexibilidad, se debe actuar con responsabilidad y valentía tb en las cárceles, sin añadir más obstáculos a una situación muy dura».
Proponemos medidas como la recuperación de comunicaciones que ahora se pierden por motivo de COVID19; establecer rastreos masivos de antígenos en periodos de tiempo cortos; adaptar espacios suficientes para cuarentenas en los casos de positivos; posibilitar en estos casos que los presos y presas puedan, al menos, seguir comunicando telefónicamente y evitar la incertidumbre de la incomunicación con nuestro familiar. «Y por supuesto, junto a ello, se deben plantear con valentía alternativas a la prisión en la perspectiva de la libertad; presos enfermos a la calle, terceros grados, pulsearas telemáticas…», hemos añadido.