La Fundación Ipar Hegoa ha presentado un nuevo informe de la serie «Ikusmiran», que aborda, esta vez, las condiciones laborales y de vida de las y los trabajadores de Euskal Herria. El estudio concluye que las reformas implantadas entre 2010 y 2013 siguen vigentes, lo que ha supuesto una precarización general de las condiciones de trabajo y de vida.
Además, las decisiones que se han adoptado para hacer frente a la crisis generada por la pandemia no han puesto en el centro a la clase trabajadora, sino al tejido productivo. Como consecuencia de ello, amplios colectivos han quedado indefensos.