En el día de hoy, en la reunión del Comité de Empresa de Tubacex, la mayoría ha decidido aceptar la propuesta presentada por el Gobierno Vasco.
El 15 de febrero, la plantilla de Tubacex inició una huelga indefinida en defensa de sus puestos de trabajo y sus condiciones laborales. Desde entonces, han pasado 236 días. 236 días en lucha. Una lucha en la que la plantilla y el comité ha estado unido, una lucha en la que nos ha acompañado la comarca de Aiaraldea, una lucha que hemos compartido con organizaciones juveniles, pensionistas, feministas. Una lucha que se ha sumado a otras luchas, creando alianzas entre la clase trabajadora; PCB, Aernnova, Alestis, Bilboko Argiak, Petronor, H&M… Una lucha en la que hemos recibido la solidaridad y el apoyo de la clase trabajadora de Euskal Herria y que ha traspasado fronteras.
Tras 7 meses de lucha hoy, podemos decir con orgullo que luchar merece la pena. En Tubacex no sobra nadie. Este ha sido nuestro lema durante estos largos meses y ese lema se ha convertido en una realidad. Tubacex, nada más ni nada menos que una multinacional, ha tenido que cejar en su empeño. Ha tenido que renunciar a realizar despidos. La dirección de Tubacex ha querido utilizar una situación coyuntural para despedir a trabajadores y trabajadoras, pero no a cualquier trabajador y trabajadora, sino a mujeres trabajadoras que tenían reducción de jornada por cuidado de hijos e hijas, a trabajadores y trabajadoras con puestos de trabajo adaptados por cuestiones de salud, a trabajadores y trabajadoras que le resultaban “molestos e incómodas”. La lucha ha posibilitado que estos trabajadores y trabajadoras puedan volver a su trabajo.
Sin embargo, a pesar de esta victoria tan importante, la afiliación de LAB ha decidido no firmar el acuerdo. El motivo es que nos piden pagar un peaje que para nosotros y nosotras es inasumible.
Para LAB, tras una lucha ejemplar, hoy entremos en una nueva fase; una fase en la que LAB segurirá defendiendo el empleo y las condiciones de trabajo en Tubacex y en Aiaraldea y para eso sabemos cuál es el camino: la fuerza de la plantilla, la unidad, la organización y la lucha.