El 15 de febrero, la plantilla de Tubacex iniciamos una huelga indefinida en defensa de nuestros puestos de trabajo y de nuestras condiciones laborales. No estábamos dispuestos y dispuestas a aceptar medidas estructurales ante un problema que considerábamos coyuntural, no estábamos dipuestos y dispuestas a que la avaricia empresarial de Tubacex jugara con el futuro de nuestras familias y de Aiaraldea.
Hoy cumplimos 159 días en huelga, 159 días en lucha. Una lucha en la que nos ha acompañado toda la comarca de Aiaraldea en defensa de un futuro digno para el eskualde, una lucha en la que también nos ha acompañado la clase trabajadora de Euskal Herria, una lucha en la que hemos creado alianzas con otras empresas en conflicto, una lucha que ha traspasado las fronteras de Euskal Herria. Desde aquí, mila esker bihotz bihotzez, a todas las personas que están recorriendo este camino junto a nosotros y nosotras. En esta lucha, por encima del individualismo, la conciencia de clase ha ganado.
Toda esta lucha realizada nos trajo hasta el 7 de julio. Ese día, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco declaró nulos los despidos de 129 trabajadores y trabajadoras. La sentencia respalda lo que desde el principio dijimos: no hay causas estructurales para despedir a 129 trabajadores y trabajadoras, no hay causas estructurales para despedir ni a un solo trabajador y trabajadora de Tubacex. En la sentencia se recoge que la dirección de Tubacex se basa en la ficción para justificar los despidos y para evitar el cumplimiento del Real Decreto 9/2020, que en su artículo 2 dice que los despidos no estarán justificados por causas de fuerza mayor, ni cuando las causas técnicas, productivas, económicas u organizativas estén vinculadas al COVID-19. La sentencia obliga a la empresa a la readmisión de todos los despedidos y despedidas de forma efectiva.
La dirección de Tubacex, una dirección que no cuenta con la confianza de la plantilla, una dirección puesta a dedo, autoritaria, que lo único que busca es imponer y no negociar, ha decidido imcumplir la sentencia, ha decidido pagar el sueldo a los y las despedidas estando en sus casas, pero no ha devuelto el puesto de trabajo a estos trabajadores y trabajadoras. Esta decisión demuestra que Tubacex sigue adelante con su empeño de despedir a trabajadores y trabajadoras, al igual que lo demuestra su anuncio de recurrir la sentencia al Tribunal Supremo en Madrid. La decisión de no reincorporar a los compañeros y compañeras a sus puestos de trabajo obedece a esa estrategia. Este recurso sigue poniendo en peligro el futuro de todos los trabajadores y trabajadoras despedidas y de sus respectivas familias, sigue poniendo en peligro el futuro de Aiaraldea.
Hoy, aquí, también queremos denunciar que Tubacex no habría podido tomar una decisión de este tipo si no contara con el aval y la complicidad del Gobierno Vasco. Tras la sentencia, la plantilla de Tubacex hemos tenido que escuchar declaraciones muy dolorosas por parte del Gobierno Vasco; declaraciones que avalan, a pies juntillas, la tesis de la dirección; declaraciones que van en contra de lo que dice la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del Pais Vasco. Desde el Gobierno Vasco se nos dice que la huelga no beneficia en nada y que hay que negociar.
Desde LAB, preguntamos a la consejera Tapia y al lehendakari Urkullu, ¿qué es lo que nos estáis diciendo que tenemos que negociar?, ¿los despidos de nuestros compañeros y compañeras?. Tubacex ya ha dejado claro que no retira los despidos. ¿Esta es la alternativa que ofrece el Gobierno Vasco a las empresas que despiden?, ¿negociar esos despidos o sino mandar a la Ertzaintza a reprimir y criminalizar las legítimas protestas?. ¿Piensa el Gobierno Vasco dejar en manos de un Tribunal de Madrid el futuro de 129 familias?.
Desde LAB sabemos, por experiencia, que las decisiones tomadas en Madrid no benefician a la clase trabajadora vasca. Prueba de ello es la reforma laboral que permite a las empresas actuaciones como la de Tubacex. El Gobierno Vasco, con su complicidad, está dando la espalda a toda la plantilla de Tubacex, a toda la comarca de Aiaraldea y a la clase trabajadora de Euskal Herria, además de al propio Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, obviando lo que dice en su sentencia.
Tampoco es una cuestión que nos extrañe, teniendo en cuenta que en Tubacex han estado, entre otros y otras como consejeros, Jose Antonio Ardanza y Nuria López de Guereñu; el primero, ex lehendakari del Gobierno Vasco y la segunda, consejera de Transporte también en Lakua. Desde LAB, exigimos al Gobierno Vasco y, concretamente, a la consejera Arantza Tapia y al lehendakari Urkullu que se posicionen del lado de los y las trabajadoras y que garantizen todos los puestos de trabajo en Tubacex. Eso pasa por exigir a la dirección que acate la sentencia del TSJPV y retire el recurso al Tribunal Supremo de Madrid.
Por todo ello, y para conseguir nuestros objetivos, desde LAB nos reafirmamos en la lucha y en la huelga. La lucha y la huelga son el único camino que nos dejan para defender y garantizar nuestros puestos de trabajo y nuestras condiciones laborales. Es la empresa, y no la plantilla, la que decide alargar este conflicto no cejando en sus pretensiones. En LAB no dejaremos atrás a ninguna de las personas que fueron incluídas en una lista de despidos por parte de una dirección avariciosa y autoritaria.
Los y las trabajadoras de Tubacex nos hemos estado levantando a las 5:00 de la mañana, nos hemos puesto nuestra ropa de trabajo y hemos trabajado duro, algunos compañeros incluso han perdido la vida en sus puestos de trabajo, y esto mientras Tubacex ha ido acumulando durante años beneficios millonarios. Ahora prentende seguir acumulando riqueza a costa de despedir a trabajadores y trabajadoras, de empeorar condiciones de trabajo, de jugar con el futuro de una comarca.
Desde LAB lo tenemos claro: no lo vamos a permitir. Seguiremos luchando hasta que todos y todas entremos a trabajar de la mano y consigamos destituir a esta dirección.
Por lo tanto, desde LAB exigimos lo siguiente:
– A la empresa: que reincorpore de manera inmediata a las personas despedidas a sus puestos de trabajo y que retire el recurso presentado en el Tribunal Supremo de Madrid.
– Al Gobierno Vasco, con el lehendakari Urkullu a la cabeza: le exigimos que garantize el derecho al trabajo de todos los trabajadores y trabajadoras, y no solo de los y las trabajadoras que deciden no secundar la huelga. Esto pasa por exigir públicamente a Tubacex que reincorpore, de manera inmediata, a las personas despedidas a sus puestos de trabajo y que retire el recurso presentado en el Tribunal Supremo de Madrid.
Hasta que estos objetivos no se consigan, LAB apuesta claramente por seguir con la huelga y la lucha que estamos llevando a cabo y hacemos un llamamiento a todos y todas las que nos han acompañado en la lucha hasta ahora a que lo sigan haciendo.