La atención primaria en la OSI Ezkerraldea-Enkarterri-Cruces es distinta e igual a la del resto de Osakidetza. Distinta, porque tiene sus particularidades e igual, porque sus problemas son comunes a toda la atención primaria. Es decir, la situación que denunciamos en esta OSI es la que sufre toda la atención primaria en Osakidetza.
Llega el verano y la atención primaria sufre una sobrecarga de trabajo motivada por la falta de sustituciones. Pero este año, además, viene marcada por un documento creado por el Departamento de Salud, “Plan operativo para la recuperación asistencial en atención primaria”. Un documento que tiene fecha de inicio, pero que no nos aclara cuánto va a durar dicha recuperación asistencial.
El Departamento de Salud habla de actividad retenida, de recuperar un tercio de la actividad asistencial, de consultas presenciales de alta resolución y de una actividad de atención especializada basada en la atención telefónica, tanto en la primera cita como en las sucesivas.
La percepción de la plantilla de atención primaria es bastante crítica ante este documento. El personal médico ve su trabajo multiplicado y que su jornada no es suficiente. El documento para la reactivación estima que una consulta telefónica dura 10 minutos y que una presencial entre 15 y 20. Eso quiere decir que con 40 consultas telefónicas en agenda y 10 presenciales, se supone que invierte como mínimo 550 minutos, es decir, más de 9 horas en una jornada de 7. Además, tiene que registrar la información y tiene que discriminar a quién le da preferencia a la hora de hacer pruebas. Esta misma situación de saturación se repite en el resto de categorías que trabajan en el ámbito, como personal de enfermería, auxiliares de enfermería, personal celador, personal auxiliar administrativo y personal de limpieza.
Los números no dan. Empezar el verano, como siempre, sin sustituciones y con actividad retenida no parece que sea el mejor de los planes para la recuperación.
Hay que añadir que la alta resolución de estas consultas presenciales va orientada a reducir el impacto en la atención especializada. La atención especializada también tiene reducidas sus agendas para limitar los aforos, y eso requiere de un trabajo añadido de primaria, para permitirles ser más resolutivos en menos consultas. Una vez más, se sobrecarga de trabajo la atención primaria, que ya estaba sobrecargada.
El resultado de esta situación es una atención primaria con mucha más carga de trabajo de lo habitual, en un periodo vacacional que habitualmente ya es de sobrecarga para todo el personal por la falta de sustituciones.
Es evidente que para que el plan sea operativo, es necesario que Osakidetza refuerce inmediatamente la atención primaria, no sólo a nivel de esta OSI o coyuntural, sino de forma permanente y en toda la red de Osakidetza. Es urgente poner encima de la mesa un nuevo modelo de atención primaria, 100% público, de calidad, cercano, accesible y que no sólo trate la enfermedad, sino que eduque para la salud.