El Gobierno de Lakua tiene que tener claro que cualquier proceso de cierre del curso como de una posible vuelta a las aulas deberá contar con los sindicatos y comunidad educativa y deberá garantizar la salud y seguridad de las personas a la vez que respetar sus derechos a la educación y laborales.
Ante la comparecencia en rueda de prensa de Cristina Uriarte, consejera de Educación del Gobierno Vasco, para presentar Plan de Educación para el fin de curso, desde LAB queremos trasladar la siguiente lectura:
-Es el plan que llega tarde, con un retraso de una semana al menos. Y por lo escuchado hoy, este retraso resulta incomprensible, ya que se trata de un plan que sigue las pautas marcadas desde Madrid y que sólo introduce pequeños elementos de "flexibilidad" anunciados ya por la ministra Celaá el pasado día 15. Además, se nos presenta una planificación diseñada de nuevo de espaldas a la comunidad educativa.
-Deja el cierre del curso en manos de los centros, con la excusa de su flexibilidad o autonomía, por lo que tanto serán los equipos directivos y los claustros quienes decidirán cómo evaluar el tercer trimestre y el curso escolar. A pesar de las declaraciones a favor de la evaluación continua, no ofrece recursos que la faciliten.
-Reconoce la situación del alumnado "descolgado", reconociendo las diferencias entre los centros educativos generadas, entre otras, por la brecha digital. La ausencia de un plan específico para este alumnado ahonda en la brecha socioeconómica y sitúa la responsabilidad de su proceso educativo en el refuerzo que le imponga el profesor o profesora. Creemos que es necesaria una planificación fruto de un diagnóstico previo.
-Asimismo, hay que subrayar que ha excluido totalmente de este plan los ciclos de educación infantil, y que está especialmente centrado en el profesorado y en la evaluación, dejando al margen, entre otros, el personal de servicios o especialistas de apoyo educativo.
-Por otro lado, deja en manos de la inspección la repetición de curso o no del alumnado. Es decir, no ofrece ningún criterio común.
-Basándose en el diseño curricular establecido por la LOMCE, queda claro que en el proceso de aprendizaje se da prioridad tanto a las materias "instrumentales" como a los cursos que dan paso a la promoción, como son 4º de ESO y bachillerato. En la misma línea, la consejera vincula un eventual retorno a las clases presenciales a estos cursos así como a la Formación Profesional, lo que pone de manifiesto un modelo productivo y economicista de la enseñanza.
Por tanto, nada nuevo, ni respuesta a las preocupaciones planteadas por la comunidad educativa en esta comparecencia: cómo responder a la brecha socioeconómica, medidas sanitarias a tener en cuenta en el escenario de un posible retorno, necesidad de revisar los ratios y adaptarlos a la nueva situación, refuerzo de las plantillas de personal docente y educativo, plazos de matriculación en el Consorcio Haurreskolak, compensación a la situación del personal de sustitución, rebaremain…
Y todo ello, en una presentación que ha parecido más un acto propagandístico que una propuesta que realmente busca soluciones consensuadas.