Rementeria señaló que “las personas mayores de Bizkaia son las más vulnerables de esta crisis y nuestra prioridad es absoluta”. Aquí tenemos que hacer una puntualización. Las personas mayores sí han sido prioritarias, pero no para Diputación ni Gobierno Vasco, lo han sido para las trabajadoras que se están dejando la piel sin medios para cuidarles. También para los y las familiares de los mismos que han vivido con preocupación todo este deterioro sin tener información. Pero no para Gobierno Vasco ni para Diputación, que aún hoy, siguen sin resolver cuestiones como la falta de EPIs, la falta de personal, la falta de control de lo que está ocurriendo en las residencias y por supuesto, una deliberada falta de información.
También afirmó que “estamos ante días clave en las residencias y hacemos todo lo que está en nuestras manos para pasarlos lo mejor posible. Hemos reforzado junto al Gobierno Vasco los equipos de protección del personal y de los usuarios con 248.000 mascarillas”.
No señor, los días clave pasaron, fueron aquellos en los que se debería haber atajado la situación, mucho antes del 16 de marzo y si no, al menos a partir de ese día. Durante esos días y semanas se trabajó y se sigue haciendo desde los comités de seguridad y salud (pidiendo EPIs, información, formación, protocolos de seguridad, medidas para trabajadoras especialmente sensibles, personal, protección para no contagiar…) y a pesar de todo, seguíamos sin conseguir nada, ni mascarillas, ni el resto de los EPIs, ni información. El 7 de abril, casi un mes más tarde, anuncia que tienen 248.000 mascarillas, pero hasta que no lo veamos no vamos a creerle.
Rementería afirmó que “hemos abierto una bolsa de trabajo para reforzar la plantilla del personal cuidador, en la que se han inscrito 1.201 personas en sólo 3 días”. Que esta bolsa de trabajo se haya puesto en marcha hace solo tres días dice mucho de cómo la Diputación de Bizkaia está poniendo remedio a la situación. Llevamos años pidiendo bolsas de trabajo reguladas para mejorar de esta manera el servicio de los centros residenciales, pero esta bolsa de trabajo responde únicamente al número de bajas de las trabajadoras, que por falta de medidas preventivas, se encuentra en una situación de baja.
Tampoco es mérito de Rementería que se inscriban 1.201 personas, sino en todo caso, se debe a la responsabilidad social de la clase trabajadora y también, por
desgracia, a la necesidad de conseguir un trabajo que surge producto de un sistema que sólo busca ganancias y te desecha cuando dejas de producirlas.
Asimismo, señaló que “hemos abierto dos residencias para concentrar los positivos y minimizar los contagios. Hemos puesto hoteles a disposición de los y las profesionales, hemos activado medidas para garantizar el mayor bienestar posible de los mayores, hemos facilitado dispositivos electrónicos para que mantengan contacto con sus familias”.
No, no se han abierto dos residencias para concentrar los positivos sino que se han utilizado dos residencias en las que ya había residentes para montar en ellas hospitales que atienden en sus recursos a personal contagiado por el COVID-19, es decir que han llevado a la oveja a la boca del lobo. Es curioso que se tome esta medida cuando sabemos que los hospitales privados no han sido intervenidos, es decir, existen lugares que cumplen con los requisitos materiales y humanos adecuados para cuidar a los pacientes de COVID-19 pero se ha preferido intervenir las residencias con el peligro que esto conlleva.
“Hemos reforzado la inspección en los centros, seguimos desinfectándolas residencias con bomberos y personal de Basalan, contamos con la asistencia sanitaria y permanente de Osakidetza”, añadió el Diputado General y en LAB nos interesa mucho saber qué datos está recopilando esta inspección, ya que no ha contado en ningún caso con la aportación de ninguna trabajadora y sobre todo, porque esos datos son guardados bajo llave como el mayor de los secretos. Por otro lado, y tal como llevamos diciendo más de mes y medio, no necesitamos la visita esporádica de los bomberos sino la contratación de más personal de limpieza fijo y estable. Esta sí es una verdadera medida preventiva.
Por último, Rementería señaló que “estamos trabajando con las patronales de las residencias de Bizkaia”. Y aquí sí que le damos la razón. Estamos convencidas de que están trabajando con y para la patronal, no así por las y los residentes, familiares, trabajadoras y sociedad. Ya que la foto de contagios y muertes que ofrecen las residencias de Bizkaia habla muy claro.
Desde LAB hace muchos años que lo llevamos reclamando, necesitamos un servicio público, universal y gratuito de cuidados, que acabe de un plumazo con el negocio que supone tener residencias privadas y concertadas. También necesitamos unos titulares que actúen con responsabilidad y al servicio de su pueblo.
El cuidado y la salud son lo primero.