En esta situación de pandemia del Covid-19 defender la salud de los y las trabajadoras en los centros de trabajo es prioritario para LAB. Y en ese sentido el sindicato tiene claro que son las las empresas las que tienen la obligación de asegurar que los y las trabajadoras están protegidas frente al Coronavirus.
El sindicato LAB en la reunión mantenida el viernes pasado (13 de marzo) con el consejero de Desarrollo Económico Manu Ayerdi exigió directrices concretas en materia de salud laboral para su implementación inmediata en los centros de trabajo. El INSPL (Instituto Navarro de Salud Pública y Laboral) ha respondido positivamente a esta exigencia de LAB y el 17 de marzo las publicó. En consecuencia, vamos a exigir en todas las empresas que los “Servicios de Prevención” cumplan con todas y cada una de las recomendaciones dadas por el INSPL. No vamos a aceptar que esta responsabilidad recaiga sobre los trabajadores y trabajadoras, por lo que exigimos al INSPL que sea firme en el cumplimiento práctico de estas medidas y en las consecuencias de las mismas instando a la Inspección de Trabajo a que supervise y ejecute las posibles sanciones por incumplimiento.
Los servicios de prevención deben informar a todos los trabajadores y trabajadoras, evaluar el riesgo de exposición y establecer las medidas de prevención adecuadas para cada puesto de trabajo. Y si los trabajadores y trabajadoras no tienen garantizadas las medidas de seguridad pertinentes poniendo en riesgo su salud, iniciaremos el procedimiento para la paralización del trabajo.
Mientras se toman medidas estrictas para el aislamiento y confinamiento de la población (permaneciendo las 24 horas del día en casa) como medida más eficaz para proteger nuestra salud y detener la propagación del Covid-19, mandar a miles personas a trabajar no tiene ningún sentido y es inaceptable ya que pone en riesgo su salud y la del resto. Lo primero, nuestra salud. Y si ésta no se garantiza, no se puede trabajar.