Nos hemos concentrado en el hospital de Cruces en defensa de la conciliación entre la vida laboral y la familiar de los y las trabajadoras. En la movilización, hemos informado sobre el caso de dos personas a las que se han puesto obstáculos de cara a la conciliación de su vida familiar y personal por parte de Osakidetza.
Cada vez oímos más cosas como el concepto de humanizar la sanidad, nuevas medidas para la conciliación familiar o la igualdad efectiva de mujeres y hombres. En Osakidetza todo esto solo existe dentro de un marco conceptual. Desde ese marco conceptual solo se cogen esos conceptos, ideas para crear eslóganes publicitarios que es lo que vende una buena actuación del gobierno vasco.
La realidad está muy lejos de ser un concepto y es simplemente eso, una realidad. En Osakidetza la humanización de la sanidad está en los carteles, la prevención de riesgos laborales esta en carpetas y la igualdad entre hombres y mujeres no sabemos dónde está.
Con la concentración del próximo día 28/02/2020, queremos denunciar hechos ocurridos recientemente en la OSI Ezkerraldea-Enkarterri-Cruces, aunque lejos de ser solo un problema puntual de esta OSI, es un problema endémico de Osakidetza. Una Osakidetza que parece más preocupada por generar nueva “clientela” que en promover la conciliación familiar y laboral, al perjudicar la salud de la plantilla con factores de riesgo psicosocial innecesarios.
Ambos casos están relacionados con la reducción de jornada por cuidado de menor de 12 años, la conculcación de los derechos legítimos de dos personas (que estadísticamente y en la realidad son mujeres) y con la repercusión en la salud de las trabajadoras derivada de las actuaciones de las jefaturas.
Al primer caso se ha denegado poder decidir los días de cuidados y se le ha tratado de manera inadecuada por parte de superiores inmediatos y no tan inmediatos. Han querido imponer que la conciliación familiar se acomode a las necesidades “de la empresa” y han rechazado darle por escrito esta denegación como está recogido por normativa. Todo un cúmulo de despropósitos que ocurre en la empresa más grande de la CAV. Osakidetza es una empresa muy feminizada que debería proteger la salud de la ciudadanía y de su plantilla desde la prevención, con empatía y asertividad. En muchas ocasiones similares a esta, ha sido la trabajadora la que ha cedido ante las presiones de la empresa.
El segundo caso ha sido la denegación a otra trabajadora de parte de los días que le corresponden por la hospitalización de su madre, justificándose en que esta trabajadora tiene la jornada reducida. Lo curioso del caso es que esta casuística ya ha sido judicializada y la justicia dio la razón a otra trabajadora, diciéndole que dicha licencia por hospitalización de familiar no puede estar sujeta al porcentaje de la jornada ni a las horas de esta jornada. Aun así, en esta OSI, no tienen intención de cambiar de criterio hasta que Osakidetza saque una instrucción motivada por la resolución judicial anteriormente citada.
Esta OSI además de incumplir normativa, culpabiliza a las trabajadoras por ejercer su derecho, echando sobre ellas el peso de la organización del servicio. Una organización, que siendo responsabilidad de la empresa, está demostrando incapacidad para gestionarla.
Desde el sindicato LAB queremos denunciar que estas dos situaciones son contrarias al Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, a la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales, al Acuerdo de Condiciones Laborales de Osakidetza y a la ética más simple. También queremos aclarar que el problema de que un mando intermedio de esta OSI dé un trato inadecuado a una trabajadora no es solo un problema con dicha superior; es un problema cuya responsabilidad recae en la Directora de Enfermería, la Directora de Personal, el Gerente y la Consejera de Sanidad.