Tenemos que recordar que hace unos meses, desde el mismo juzgado, nos llegó una resolución sobre el mismo tema que apuntaba en la misma dirección. En este caso, el abogado del tribunal europeo se pronunció sobre la fijeza del personal interino, también en contra de los intereses del personal interino. Está claro, por tanto, que de los tribunales europeos no vendrán soluciones mágicas y que tendremos que reforzar la acción sindical y la movilización para dar pasos adelante en la consolidación del personal interino.
Es cierto que el uso de la temporalidad en las administraciones vascas es excesivo. Estamos denunciando continuamente las terribles tasas de temporalidad y cada vez más voces coinciden en que la situación es insostenible. Hay que cambiar de raíz el modelo de contratación existente en el sector público, en el que actualmente miles de trabajadores y trabajadoras están inmersos e inmersas en la precariedad. El Gobierno está cómodo en esta situación. Sin ir más lejos, aplaude esta última resolución del Tribunal Europeo, haciendo suyos los argumentos que en ella se expresan. Parece que el tema de la temporalidad no va con ellos, que estamos ante una situación impulsada por unos factores externos. Lo estamos diciendo una y otra vez; el Gobierno Vasco quiere unos servicios públicos basados en la temporalidad, para privatizar estos servicios cuando quiera o necesite.
Por todo esto decimos que el camino más eficaz es el de la acción sindical y el de la movilización. Necesitamos una ley propia que consolide puestos y personas para hacer frente a la interinidad que tenemos en las administraciones vascas. Dejemos de mirar a Madrid o Bruselas y dejemos de poner las expectativas en los tribunales; debemos de plantear nuestras reivindicaciones cara a las instituciones vascas. Sabemos de sobra que en Euskal Herria existe capacidad legislativa suficiente para acabar con la precariedad en las administraciones.
La movilización nos ha dado todo lo que hemos conseguido, tenemos la oportunidad de llenar las calles todos juntos. ¡30 de enero huelga General!