Después de dos años, nuestro objetivo es ofertar la Escuela Feminista también a los hombres delegados, y, con miras al futuro, nos gustaría organizarlo en todas las comarcas.
Hemos renovado el convenio que firmamos hace dos años con Emagin, Centro de Formación, Documentación, Producción e Investigación. Garbiñe Aranburu, secretaria general de LAB, e Idoia Arraiza, secretaria de Emagin, han refrendado el acuerdo.
A través de la renovación del convenio, continuamos tratando de introducir la metodología y práctica feminista en todas las acciones, luchas o lecturas que realiza el sindicato. Por ello y para ello creamos la Escuela Feminista. Fue una decisión tomada de cara a la nueva etapa que se está abriendo en el sindicalismo; una herramienta fundamental para su propia renovación. Siendo el nuestro el único sindicato con una Escuela Feminista, apostamos por hacerle un hueco en nuestras agendas a la práctica del feminismo, mostrando el reconocimiento estratégico y político que merece, porque tenemos que estar preparados para romper con las perspectivas interiorizadas que eran intocables o estructurales, para aprender de esa ruptura y construir nuevas actitudes políticas y personales. Queremos transformar mediante la formación y la práctica en nuestra comunidad. De este modo, podemos profundizar en la recomposición de las personas, de entender lo que es el trabajo, más allá de lo que es el empleo, de recapacitar sobre los trabajos de cuidado de personas y centrarse en la reorganización social de los mismos, entender qué es la brecha salarial, de trabajar para que nuestra imagen no sea sexista, así como de implantar una práctica feminista en el sindicalismo.
En los dos cursos hemos tenido 314 alumnos y alumnas. En el curso 2017/2018 han pasado 153 personas (83 mujeres y 70 hombres, todas y todos liberados) por la Escuela Feminista y 161 personas en el curso 2018/2019, 121 son liberadas (83 mujeres y 38 hombres) y 40 representantes sindicales (todas mujeres).
El lugar que tiene el feminismo y el paso que queremos dar desde el feminismo se está dando de manera sistematizada, organizada y estructural. Estamos creando y consolidando las condiciones para hacer un sindicalismo feminista eficaz y productivo. Estamos preparando nuestra mente desde el sindicalismo para luchar por las políticas feministas. Por ello, nos gustaría ofrecer la escuela en el ámbito de los delegados y delegadas sindicales. Las sesiones que hemos realizado con las mujeres delegadas en el último curso han sido muy exitosas, por lo que quisiéramos ampliar esta oferta a los hombres y organizarlas en todas las comarcas.
¡Démosle al feminismo el lugar que merece en nuestras agendas!