El sindicato LAB quiere mostrar su solidaridad y apoyo a la familia del trabajador de Estella-Lizarra fallecido en accidente laboral el pasado martes, a sus allegados y también a la comunidad marroquí a la que pertenecía. Del mismo modo, quiere transmitir su deseo de pronta recuperación al otro trabajador herido. Con este fatal siniestro son ya 34 personas las fallecidas en Euskal Herria a lo largo de este año y el 10º acontecido en Nafarroa.
El trabajador A.S.E. de 47 años de edad se encontraba realizando labores de recogida y transporte de uva en la citada localidad de la Zona Media, cuando al incorporarse con el tractor a la N-121 desde una pista parcelaria fue arrollado por un camión, saliendo así de la vía e impactando el remolque sobre la cabina del trabajador.
La precariedad en el sector agrario no es algo nuevo desgraciadamente, una precariedad que se refleja mayormente a base de largas y duras jornadas de trabajo, siempre expuestos a todo tipo de climatología, maquinarias incluso obsoletas en muchos casos, ritmos de trabajo frenéticos (trabajo a destajo, mal pagado generalmente y por horas o por kg), escasos descansos entre jornadas (puesto que se trabaja de sol a sol), etc etc… Todas ellas causas originarias en cuantiosas ocasiones de estos trágicos sucesos.
Una vez más este sindicato quiere denunciar que las políticas de prevención aplicadas y los seguimientos que se realizan son insuficientes, y los números están sobre la mesa, in crescendo desde los años de crisis. Sabemos que nuestra salud no es un tema que ocupe ni preocupe a patronal ni a institucuiones, que solamente miran sus beneficios y se les llena la boca con la calidad y ejemplaridad de los productos de la huerta navarra, obviando la precariedad y explotación existente que tantos accidentes, incapacidades, y pobreza genera.
La presión que se ejerce desde las instituciones a las empresas para adecuar, corregir y llevar a cabo los planes de seguridad y una correcta planificación de la actividad preventiva son mínimos, para cumplir expediente y solamente tras acontecer el suceso se ponen manos a la obra, no con clara intención preventiva sino recaudatoria. Hace años que LAB está solicitando que se transfieran las competencias de Inspección Laboral a Navarra, así como que se otorguen más competencias al Instituto Navarro de Salud Pública para velar, prevenir, hacer seguimiento e incluso potestad sancionadora para acabar con esta sangría y con estos autenticos hormigueros de precariedad que se dan no sólo en el sector agrario sino también en el resto de sectores.