Hoy se ha reunido la Mesa General de la Función Pública de la CAV en los términos adelantados la pasada semana por Josu Erkoreka, portavoz del Gobierno Vasco; es decir, en términos de limitar la negociación de las condiciones laborales de las y los trabajadores públicos a la subida salarial de 2020. Concretamente, dependiente de los términos acordados en la Mesa General de Madrid; subida salarial del 2% y fondos complementarios para concretar otra subida del 0,5% a Itzarri. Así las cosas, en el contexto de una falsa negociación, se apela, además, a la “responsabilidad” de los sindicatos. Es decir, en caso de no aceptar lo propuesto, se guarda el poder de decidir.
Al hilo de lo explicado ayer por LAB en la comparecencia realizada en Bilbo:
1-Seguimos reivindicando un modelo de negociación real desde Euskal Herria, evitando injerencias y respetando las mayorías y necesidades de aquí. En este sentido, reivindicamos decisiones basadas en el acuerdo, no en la imposición.
2-Exigimos que se supere este modelo chapucero de negociación colectiva para que se deje de limitar los temas de antemano y se tengan en cuenta todas las necesidades de las y los trabajadores (estabilidad, convocatorias públicas, igualdad, euskara, planes de salud laboral…).
3-En cuanto a las subidas salariales propuestas, o mejor dicho, canalizadas por el Gobierno al Parlamento para su aceptación, de nuevo ponemos sobre la mesa la necesidad de negociar con responsabilidad un plan para recuperar el poder adquisitivo. Asimismo, en caso de que existan fondos complementarios, exigimos negociar los objetivos de éstos (reducir la brecha salarial, dignificar la situación de las categorías más bajas…).
4-Necesitamos una ley propia para bajar la tasa de temporalidad y estabilizar la contratación. El Gobierno Vasco, en lugar de abordar este asunto con responsabilidad, sigue por el camino de la chapuza.
Los servicios públicos y las condiciones laborales de las y los trabajadores de Euskal Herria van a peor y el Gobierno Vasco basa su acción en la improvisación y en la propaganda. Queda claro que no tiene ninguna voluntad de negociar abordando con seriedad todos estos problemas. Queda claro también que seguirá de chapuza en chapuza.