El sindicato LAB quiere mostrar su solidaridad y apoyo a Ramón Font, miembro del sindicato catalán USTEC y portavoz de la plataforma “Escoles Obertes”. Así, una delegación del sindicato, encabezada por la responsable de enseñanza Maider Izagirre y el responsable de relaciones internacionales Koldo Sáenz está hoy en Madrid siguiendo el juicio.
Además de mostrar nuestra solidaridad a Ramón Font, queremos condenar el juicio que se está llevando contra el independentismo de Catalunya y el derecho a decidir de los pueblos y mostrar toda nuestra nuestra solidaridad a las personas que están siendo juzgadas. En este juicio, además de juzgar a una mayoría del pueblo de Catalunya que quiere decidir su futuro de modo democrático, están juzgando el propio derecho de autodeterminación de los pueblos, algo que consideramos inaceptable. Ahora es el pueblo de Catalunya quien está sufriendo una salve represión, del mismo modo que sufrimos en su día en Euskal Herria, mostrando nuevamente el carácter antidemocrático del Estado español.
Más de una vez hemos dicho que, para el desarrollo de cualquier pueblo, la educación es un pilar fundamental y eso ha quedado claro en el proceso dado en Cataluña y en la declaración de independencia, ya que el Estado español ha puesto en el punto de mira la "Escola" catalana.
La educación debe desarrollar personas críticas y libres, y garantizar el lenguaje y la cultura de los pueblos oprimidos, ya que estos factores están plenamente vinculados a la supervivencia de los pueblos.
Por otra parte, a través de estas líneas queremos transmitir nuestra fuerza y apoyo a todos y todas las personas que conforman la comunidad educativa de Cataluña, especialmente a los y las trabajadores, ya que han convocado una huelga el próximo 16 de mayo con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales.
En Euskal Herria durante los últimos años, hemos vaciado los centros de trabajo y hemos salido a la calle para mejorar nuestras condiciones laborales y reivindicar la educación pública real que necesita nuestro pueblo. Entendemos la educación como un instrumento de transformación en el camino hacia la construcción de la sociedad.
Nos gustaría subrayar el valor de la lucha porque sirve para quebrar la actitud inmovilista del gobierno. El sistema educativo del futuro, además de recoger las condiciones dignas de trabajo de los y las trabajadoreas, deberá adaptarse a las necesidades del pueblo y, además, situar al alumnado en el centro, convirtiéndolo en eje y garantizando así la calidad educativa.
Además de mostrar nuestra solidaridad, os mostramos nuestro apoyo para seguir adelante. Seguiremos trabajando para dar respuesta a los retos sociales y nacionales que tenemos como pueblo, para superar la dependencia que todavía vivimos Euskal Herria y Catalunya.
Generaciones libres de trabajadoras libres, en pueblos libres.